La nueva enviada especial de la ONU para Birmania, muy preocupada por el aumento de la violencia
Fotografía: AFP




Rangún, Birmania.

La nueva enviada especial de Naciones Unidas para Birmania, Noeleen Heyzer, se declaró este lunes "profundamente preocupada" por el aumento de la violencia en el país y pidió un alto el fuego por el año nuevo.

La diplomática, oriunda de Singapur, "está profundamente preocupada por el aumento continuo de la violencia en el estado de Kayin y en otras regiones de Birmania", declaró su oficina en un comunicado.

Se trata de su primera declaración desde su nombramiento, en octubre.

Las manifestaciones que se viven por todo el país contra el golpe de Estado militar de febrero fueron reprimidas con violencia, dejando más de mil 300 muertos y 11 mil  detenidos, según un grupo de vigilancia local.

Los esfuerzos diplomáticos de Naciones Unidas y de la Asociación de las Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN) para resolver la crisis apenas progresaron, de momento, ya que la junta hace caso omiso de sus peticiones.

En octubre, el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, nombró a la socióloga de Singapur Noeleen Heyzer como enviada especial en Birmania, en sustitución de la diplomática suiza Christine Schraner Burgener.

Un responsable de la ONU afirmó el domingo estar "horrorizado" por las informaciones de que al menos 35 civiles fueron asesinados y sus cuerpos fueron quemados en el este del país. Y pidió que se abra una investigación.

Dos empleados de la oenegé británica Save the Children siguen desaparecidos después de que su vehículo fuera atacado durante un incidente en el este del Estado de Kayah, la víspera de Navidad.

Los dos empleados regresaban a casa después de una misión humanitaria en la región, explicó Save the Children, que ha suspendido sus actividades en varias zonas de Birmania.

- Fallo contra Suu Kyi aplazado -

Este lunes, por otra parte, una corte de la junta de Birmania aplazó la sentencia en el juicio contra la depuesta líder Aung San Suu Kyi por la importación y posesión ilegal de radiocomunicadores, informó una fuente próxima al caso.

Suu Kyi, de 76 años, debía ser informada del veredicto de un proceso sobre la supuesta importación ilegal ilegal de "walkie-talkies", el último en una serie de juicios que podrían desembocar en su encarcelamiento de por vida.

Pero el juez aplazó el veredicto hasta el 10 de enero, dijo a AFP una fuente informada sobre el caso, sin dar detalles.

La premio Nobel de la Paz permanece detenida desde el golpe de Estado.

Semanas atrás, Suu Kyi fue condenada a cuatro años por incitación contra los militares y por incumplir las restricciones impuestas contra el covid-19, un fallo condenado por la comunidad internacional.

El jefe de la junta militar, Min Aung Hlaing, conmutó la pena a dos años y dijo que la cumpliría en arresto domiciliario en la capital, Naipyidó.

Suu Kyi se expone a tres años de prisión si es hallada culpable en el caso de los radiocomunicadores.

El caso se originó en las primeras horas del golpe, cuando soldados y policías allanaron su casa y supuestamente la encontraron en posesión del equipo contrabandeado.

Suu Kyi también enfrenta múltiples cargos de corrupción, cada uno de ellos susceptibles de ser castigados con hasta 15 años de prisión, y de violar la ley de secretos oficiales.

Los periodistas no tienen acceso a las audiencias judiciales en Naipyidó y sus abogados tienen prohibido hablar con la prensa.