Nueva York, Estados Unidos.
El juicio al exsecretario de Seguridad Nacional Genaro García Luna, que se sienta en el banquillo de la justicia estadounidense desde hace dos semanas y media, podría concluir mucho antes de las ocho semanas inicialmente previstas, según un escrito de la fiscalía.
"El gobierno anticipa que probablemente terminará su alegato el martes por la mañana", reza una carta dirigida este martes al juez instructor Brian Cogan, firmada por el fiscal del tribunal de Brooklyn que instruye el caso, Breon Peace.
No obstante, la defensa puede presentar sus propios testigos antes de los alegatos finales.
Inicialmente, el juez había estimado una duración de en torno a ocho semanas para este juicio al arquitecto de la lucha contra el narcotráfico durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), el funcionario mexicano de mayor rango juzgado en Estados Unidos.
Según la fiscalía neoyorquina, el que fuera director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) entre 2001 y 2005 y secretario de Seguridad Pública de 2006 a 2012 ayudó al cartel de Sinaloa y a su jefe, Joaquín "Chapo" Guzmán (condenado a cadena perpetua por la justicia estadounidense), a introducir 53 toneladas de cocaína a Estados Unidos, convirtiéndose en un "miembro" más de la conspiración delictiva.
En la carta, la fiscalía anuncia que este miércoles pretende interrogar a cuatro testigos, aunque debido a problemas de logística con uno de los testigos más "significativos" -no ofrece nombres-, la sesión concluirá antes.
El último testigo, el exfiscal del estado de Nayarit Edgar Veytia, que cumple 20 años de cárcel en Estados Unidos por tráfico de drogas, aseguró que, según le habían dicho, Calderón instruyó a funcionarios del gobierno a que apoyaran al cartel de Sinaloa, aunque no presentó pruebas de dichas acusaciones.
Calderón contestó en un tuit: "Por ahora niego categóricamente las absurdas declaraciones que reporta la prensa que hizo hoy (martes) el testigo Veytia. Lo que señala sobre mi es una absoluta mentira. Nunca negocié ni pacté con criminales".
A lo largo de dos semanas y media han desfilado una serie de testigos de la fiscalía, entre ellos, el capo Sergio Villarreal Barragán, alias "El Grande", que acusaron a García Luna de recibir millones de dólares en sobornos para ayudar al cartel de Sinaloa, ofrecerle información sobre operaciones y "poner y quitar comandantes" para perjudicar a sus competidores.
Sin embargo, ninguno presentó pruebas que sostengan esas acusaciones.
La defensa del que fuera "superpolicía", detenido en Dallas en diciembre de 2019, después de vivir en Estados Unidos desde que dejó México en 2012, intenta socavar la credibilidad de algunos testigos, la mayoría detenidos en Estados Unidos, cuyas penas de cárcel se han visto o pueden verse reducidas por colaborar con la justicia local.