Brasilia, Brasil.
Un juez de la corte suprema de Brasil determinó este sábado que quienes arriben al país deben presentar obligatoriamente el certificado de vacunación contra el covid-19 para evitar la propagación de la variante ómicron.
La decisión, que deberá ser validada por otros 9 magistrados del Supremo Tribunal Federal, fue tomada por el juez Luis Barroso, atendiendo una petición del partido Rede Sustentabilidade para que decida sobre la necesidad del requisito, recomendado por el regulador sanitario Anvisa pero descartado el martes por el gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
El Ejecutivo optó por instaurar la cuarentena obligatoria de cinco días a los viajeros sin inmunizar que lleguen a Brasil, una medida que también fue recomendada por Anvisa. Ese requisito, no obstante, entrará en vigor el l8 de diciembre.
Solo podrán realizar la cuarentena aquellos "viajeros considerados no elegibles para la vacunación, de acuerdo con los criterios médicos", que provengan de países sin inmunización contra el covid en masa o por "motivos humanitarios excepcionales", indicó Barroso en su decisión.
"En un país como Brasil, en que las autoridades enfrentan dificultades hasta para monitorear presos con tobillera electrónica", la cuarentena debe ser "aplicada con extrema cautela", agregó el juez, que por sus decisiones llegó a ser tildado de "imbécil" por Bolsonaro.
En las últimas semanas, los brasileños han sido testigos de un intenso debate entre el gobierno, científicos y autoridades locales sobre si se debe exigir el certificado de vacunación, cuando el país registra siete casos de la variante ómicron y espera una mayor llegada de turistas durante las fiestas de fin de año.
Bolsonaro, un crítico de las medidas de prevención del covid que asegura que no se vacunará, se opone al requisito y lo calificó de "correa" para el pueblo brasileño.
En varias ciudades brasileñas, incluida Rio de Janeiro, capital turística del país, el certificado de vacunación es exigido para acceder algunos espacios públicos.
Brasil acumula más de 615.000 muertes por covid-19, un número solo superado por Estados Unidos. Sin embargo, con la inmunización del 65% de los 213 millones de habitantes del país, el número de infecciones y muertes se desplomó en los últimos meses.