Moscú, Rusia.
El jefe de la fuerza paramilitar Wagner irá a Bielorrusia y no tendrá que enfrentar a la justicia, después de que frenó el avance de sus tropas hacia Moscú, anunció el gobierno ruso, con lo cual alivió la más grave crisis de seguridad en décadas en Rusia.
La disputa entre el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, y el mando militar ruso alcanzó tonos violentos el sábado cuando sus fuerzas capturaron un cuartel del ejército en Rostov, sur de Rusia, y luego marcharon al norte para amenazar la capital.
Pero horas después de que Prigozhin detuvo la marcha, el Kremlin anunció que se dirigiría a Bielorrusia, y que Rusia no lo acusaría a él ni a miembros de su grupo.
En medio de la jornada dramática, el presidente Vladimir Putin advirtió sobre una guerra civil, y las autoridades de Moscú pidieron a sus habitantes evitar salir a las calles.
Ucrania, por su parte, celebró el caos que vivía su enemigo.
La marea cambió repentinamente cuando Prigozhin sorprendió con el anuncio de que "nuestras columnas dan media vuelta y volvemos a nuestros campamentos", para evitar derramamiento de sangre en la capital rusa.
Prigozhin, quien ha tenido ásperas disputas con la jefatura militar de Moscú, incluso cuando su empresa dirigía partes de la ofensiva rusa en Ucrania, afirmó que entendía la importancia del momento y que no quería "derramar sangre rusa".
- Tropas de Wagner vitoreadas -
Para la mañana del domingo, Wagner había retirado sus soldados y equipos de Rostov, aseguró el gobernador regional.
Pero antes de partir, decenas de habitantes de Rostov los aclamaron con gritos de "¡Wagner, Wagner!".
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, afirmó haber negociado una tregua con Prigozhin, lo cual Moscú agradeció.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo posteriormente a periodistas que "los cargos penales contra (Prigozhin) serían descartados. Él irá a Bielorrusia".
Agregó que los miembros de Wagner que participaron en lo que las autoridades llamaron una "rebelión armada" tampoco serán procesados.
"El principal objetivo era evitar un baño de sangre (...) y enfrentamientos con resultados impredecibles", señaló Peskov.
Pero el consejero presidencial ucraniano Mijailo Podoliak aseguró en Twitter que "Prigozhin humilló a Putin/al Estado y demostró que ya no existe un monopolio legítimo de la violencia" en Rusia.
No obstante, Rusia aseguró que la rebelión no afectaría su campaña en Ucrania, mientras Kiev indicó que el revuelo le brindaba una oportunidad de avanzar en su contraofensiva.
En tanto, analistas afirmaron que posiblemente tendrá consecuencias para Prigozhin y Wagner.
"Tiene que haber, de lo contrario el mensaje será que una fuerza militar puede desafiar abiertamente al estado y otros deben aprender que el estado ruso sí tiene un monopolio sobre la violencia dentro del país", explicó en Twitter Samuel Bendett, investigador del Centro de Análisis Naval.
El grupo Wagner combatió en el frente de la ofensiva rusa en Ucrania, tiempo en el cual Prigozhin culpó repetidamente al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y al jefe del estado mayor, Valeri Gerasimov, por la muerte de sus combatientes.
El Kremlin parece haber sido tomado desprevenido, pero agencias estadounidenses de espionaje captaron señales desde junio de que Prigozhin tomaría acciones, según el diario Washington Post.
- "Golpe a Rusia" -
Estados Unidos y sus aliados permanecieron al margen de los hechos, pero el presidente Joe Biden conversó con los gobernantes de Francia, Alemania y Reino Unido ante la preocupación de que Putin perdía control sobre Rusia, un país con armas nucleares.
Antes de la marcha atrás de Prigozhin, Rusia había intensificado la seguridad en Moscú y urgió a la población no salir de casa.
Hombres armados resguardaban la sede del Parlamento y la Plaza Roja fue cerrada.
"No sé cómo reaccionar. De todas maneras, es muy triste lo que ocurre", declaró a AFP Yalena, de 35 años, quien no reveló su apellido.
Las ciudades de Rostov y Liptsk aplicaron restricciones que luego levantaron, informó la agencia estatal TASS.
En un mensaje por televisión, Putin acusó a Prigozhin de asestar una "puñalada por la espalda" que amenaza la misma sobrevivencia de Rusia.
"Cualquier turbulencia es una amenaza mortal a nuestro país y a nosotros como nación. Este es un golpe a Rusia, a nuestro pueblo", expresó Putin.
"Ambiciones extravagantes e intereses personales condujeron a la traición", afirmó Putin en referencia a Prigozhin.
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