Bagdad, Irak
Las autoridades iraquíes lamentaron este sábado la decisión de Estados Unidos de cerrar su consulado de Basora, ciudad petrolera del sur de Irak, en las últimas semanas epicentro de violentas manifestaciones.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Irak dijo en un comunicado que "lamentaba la decisión de la diplomacia estadounidense de retirar a los empleados del consulado en Basora y de su advertencia a quienes viajen a Irak".
El secretario de Estado Mike Pompeo ordenó que todo el personal, excepto el de emergencia, salga de Basora, y que los asuntos consulares sean asumidos por la embajada en Bagdad, dijo la portavoz Heather Nauert. "Desde hace varias semanas las amenazas se multiplicaron contra nuestro personal y nuestras instalaciones en Irak", afirmó Pompeo en un comunicado al acusar de esas amenazas al "gobierno iraní, de la Fuerza Qods del cuerpo de Guardianes de la Revolución y de milicias asistidas, controladas y dirigidas por el jefe de la Fuerza Qods, Ghassem Soleimani".
Estados Unidos, que lideró en 2003 la invasión que conllevó al derrocamiento del dictador Sadam Husein, es un aliado clave de Irak, donde han desplegado cientos de soldados y consejeros militares en el marco de una coalición internacional contra los yihadistas.
Es gracias a la ayuda militar estadounidenses, principalmente de la fuera aérea, que las fuerzas iraquíes han logrado desmantelar al grupo yihadista Estado Islámico (EI), expulsándalos en diciembre de 2017 de todos los centros urbanos de Irak.
Estados Unidos e Irán son las dos principales potencias activas en Irak, país arrasado por las crisis política y económicas, así como por la inseguridad en los últimos años.