Buenos Aires, Argentina.
El allanamiento de una de las tres viviendas de la ex presidenta de Argentina y actual senadora Cristina Kirchner comenzó este jueves por orden del juez Claudio Bonadio, en el marco de una causa que investiga supuestos sobornos millonarios para adjudicar la obra pública.
Un enorme operativo se desplegó en el exclusivo barrio de Recoleta en Buenos Aires, con varias camionetas policiales, un cordón de efectivos frente a la puerta del edificio y personal de brigadas de explosivos, bomberos y perros entrenados.
El operativo comenzó sin la presencia del juez ni del fiscal Carlos Stornelli, luego de que el Senado autorizara el miércoles su realización.
En otras dos residencias de la ex presidenta, una en Río Gallegos y otra en El Calafate, en el sur del país, aún no había empezado la inspección policial, señaló la prensa en el lugar.
Los allanamientos fueron requeridos por Bonadio y necesitaban la aprobación del Congreso dado que la ex mandataria (2007-2015), elegida senadora en 2017, está amparada por fueros parlamentarios, por los cuales no puede ser detenida pero se la puede imputar y condenar.
Antes de la sesión del miércoles en la que fueron aprobados los allanamientos, la ex presidenta solicitó resguardo de su intimidad y que se prohíba la presencia de cámaras durante los procedimientos, reclamos que no fueron tomados en cuenta por sus colegas de la Cámara alta.
Poco después del inicio del operativo, el abogado de Kirchner, Carlos Beraldi, salió del edificio denunciando que había sido obligado a retirarse del lugar por orden del juez.
"Estamos frente a una farsa, en clara violación de los principios del estado de derecho. Vamos a pedir la nulidad del operativo. Yo abrí la puerta (del departamento). Puse a disposición el domicilio para que sea revisado. Voy a denunciar penalmente al juez", dijo Beraldi antes de retirarse visiblemente furioso.
La ex presidenta no se encuentra en su vivienda ya que pasó la noche en la casa de su hija Florencia.
Kirchner, de la corriente de centro-izquierda peronista y quien sucedió a su esposo Néstor Kirchner en la presidencia en 2007, es la persona de más alto rango involucrada en el escándalo conocido como "los cuadernos de la corrupción", que indaga presuntos sobornos de importantes empresarios entre 2005 y 2015 para obtener contratos de obra pública.
Según los cálculos iniciales, la trama de sobornos podría alcanzar a los 160 millones de dólares.
- Desapego -
La causa judicial se inició hace un mes sobre la base de apuntes tomados por un ex chofer del ministerio de Planificación, Oscar Centeno, quien supuestamente hizo durante diez años (2005-2015) recorridos por Buenos Aires para llevar y traer bolsos cargados de millones de dólares.
El departamento de Kirchner en Buenos Aires, así como la residencia presidencial de Olivos y la Casa Rosada, sede del gobierno, figuran en esos cuadernos como puntos de entrega de los bolsos.
Pese al secreto de sumario, trascendió que a los apuntes del chofer se sumaron las confesiones de varios empresarios detenidos que decidieron acogerse ante la justicia a la figura del arrepentido, y más recientemente dos ex funcionarios de la gestión kirchnerista.
En el discurso ante sus colegas del Senado, Kirchner reiteró que el proceso en su contra tiene como motivación apartarla de la política.
"Si algo faltaba para consagrar la persecución política en Argentina era esta causa. Voy a ser la primera senadora allanada", aseveró.
Germán Garavano, ministro de Justicia del gobierno del presidente Mauricio Macri, dijo este jueves que ve en la ex presidenta "un profundo desapego a lo institucional y un profundo rechazo a la Justicia".
De su lado, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostuvo que Macri "tomó la decisión desde el primer día de que haya total independencia del Poder Judicial, de la prensa y de aquellos actores que puedan proveer información".
- "Allanamiento abstracto" -
Gregorio Dalbón, otro abogado de la ex mandataria, consideró antes del operativo que el allanamiento en su departamento de Buenos Aires "será abstracto, negativo".
"No van a encontrar más que efectos personales de la senadora. Esto es un circo, es abstracto porque no es sorpresivo", dijo Dalbón.
El abogado ofreció además "alcanzar al juez, si no los tiene, los instrumentos técnicos para que se puedan observar paredes, techo, piso, con escáner láser, para que no le rompan el departamento a la senadora, lo que sería una provocación y no es necesario".