Ciudad de México, México.

La segunda causa de muerte en niños de entre 4 y 15 años es el cáncer infantil y la falta de diagnóstico oportuno, además del abandono del tratamiento por los menores y la escasez de oncólogos pediatras, agravan el problema, señaló hoy una especialista.

"El cáncer infantil se puede curar, pero es importante la detección temprana, además del seguimiento del tratamiento que, sobre todo en la adolescencia, se abandona", señaló la doctora Farina Esther Arreguín González en conferencia de prensa con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se celebrará el domingo.

La académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) detalló que esta enfermedad se ha vuelto un problema de salud pública que tiene un alto impacto físico, social, psicológico y económico y, sin embargo, aún existe un retraso importante en el diagnóstico.

"Los papás tardan hasta dos semanas para llegar al primer nivel de atención y un promedio de 105 días para acceder al especialista", detalló.

Según cifras oficiales, en México cada año se dan más de 5.000 casos nuevos de cáncer infantil, enfermedad que se cobra más de 2.000 vidas anuales, pese a que, de ser detectado a tiempo, tiene una sobrevida global del 56%, pero en México esta cifra desciende a 50%.

La tasa de mortalidad en adolescentes es de 8,5 por cada 100.000 habitantes, mientras que en los adultos es de 5,3 por cada 100.000.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el periodo de 2011 a 2016 aproximadamente 50% de las muertes observadas por tumores malignos en la población mexicana de 0 a 17 años se deben a cáncer de órganos como el bazo, ganglio linfático, timo, hígado y médula ósea.

Anualmente, 2 de cada 100.000 personas de 0 a 17 años fallecen por un tumor en estos órganos.

Arreguín González señaló que uno de los principales problemas del cáncer infantil es el abandono del tratamiento, sobre todo, en la edad adolescente, lo que aumenta los decesos.

"Las causas del abandono son multifactoriales. No están a gusto con el pediatra pero tampoco con el médico de adultos, tienen que lidiar con los problemas de identidad de la edad y con los de la enfermedad", explicó la especialista.

Agregó que el riesgo de perder el cabello por la quimioterapia, aunado a que uno de los cánceres más comunes en esta edad es el osteosarcoma, que causa cirugías mutilantes, también inciden en que los pacientes dejen el tratamiento.

Por otro lado, la oncóloga pediatra reconoció que en México hacen falta especialistas para atender a esta población, además de que en las universidades tampoco se plantea esta especialidad como algo primordial.

"En el país sólo estamos certificados 237 oncólogos pediatras y existen unas 57 unidades acreditadas para tratamiento de tumores, además de que el 40 % de los especialistas estamos en la ciudad de México, por lo que hace falta reforzar el sistema en el país", dijo.

Explicó que en materia de salud, no sólo en México sino en el mundo, los recursos humanos y financieros son "insuficientes para una enfermedad que sigue en constante crecimiento y que, si bien, no podemos erradicar, sí podemos prevenir".

Por último, indicó que como padres se debe estar atento a los síntomas de cáncer en los niños, pues la mejor manera de curar esta enfermedad en esta población es la detección oportuna.

"Se observan cambios abruptos en el niño, se ven cansados, pálidos, dejan de jugar, no son traviesos, empiezan a perder peso, tienen los ganglios inflamados, en el caso de los varones, también se inflaman los testículos o les da fiebre que no cede, es momento de mostrar alarma", concluyó.