El Gypsy King Fury, un campeón atípico para unificar los pesados
Fotografía: EFE/EPA/TOLGA AKMEN




Riad, Arabia Saudita.

Mientras el mundo del boxeo se relame contando las horas para la estelar pelea por la unificación del título del peso pesado por vez primera en más de 20 años, Tyson Fury insiste en que el combate del sábado contra Oleksandr Usyk en Riad tiene para él un interés puramente monetario.

"La verdad es que para mí es emocionante y atractivo por la cantidad de dinero que me van a pagar", se sinceró esta semana el púgil británico.

"No por los cinturones que están en juego", añadió.

Es cierto que el autoproclamado 'Gypsy King' (Rey de los gitanos) -Fury es hijo de nómadas irlandeses- percibirá cerca de 100 millones de dólares por la pelea, pero existe la sensación de que esas declaraciones pueden tener la intención de quitarse presión antes de la gran cita del sábado.

Fury, de 35 años, es conocedor de lo que implica esta pelea: un lugar entre los más grandes de la historia del boxeo.

Remontándose a Jack Dempsey en los años 1920, sólo 23 boxeadores se han ganado ese lugar privilegiado en el panteón: algunos de esos nombres son Rocky Marciano, Muhammad Ali y Mike Tyson.

  • Nadie, sin embargo, lo ha logrado desde que otro británico, Lennox Lewis derrotase a Evander Holyfield en 1999.

Usyk ostenta los cinturones AMB, OMB, FIB y OIB, mientras que Fury posee el título de la CMB desde 2020. Por lo tanto, parece haber mucho más que dinero en juego.

"Hay tantos cinturones en juego y nada compite con eso", afirmó Fury el mes pasado en directa contradicción con sus últimas declaraciones.

"Es la pelea de la era, nada puede compararse con eso. Ni un show de lucha, ni una pelea de crossover, ni boxeo en YouTube, nada".

- 'Mi destino' -

Fury lleva peleando prácticamente desde que nació. Bebé prematuro - llegó al mundo pesando apenas 450 gramos (la balanza marcará 125 kilos antes de la pelea del sábado)- su primer combate ganado fue por aferrarse a la vida.

Al padre de Fury, también boxeador, le gustó su instinto de lucha y le puso el nombre de Tyson, en honor a Mike Tyson.

También creció en altura -ahora mide 2,06 metros-, dejó la escuela con once años y se centró en el cuadrilátero.

En 2008, con 20 años, realizó su debut profesional derrotando al húngaro Bela Gyongyosi en el primer asalto.

  • Más de tres lustros después su récord es de 34 victorias, 24 por K.O. y ninguna derrota. Tan sólo pasó ciertos apuros en el empate con Deontay Wilder en enero de 2018.

Ese fue el primer enfrentamiento entre los dos, pero en los dos siguientes Fury envió a la lona al estadounidense.

Pero el punto álgido de su carrera fue una victoria a los puntos por unanimidad ante el ucraniano Wladimir Klitschko en 2015. Aunque tocó suelo poco después cuando dio positivo por nandrolona y después por cocaína.

El púgil cayó en una espiral negativa, llegando renunciar a todos sus títulos.

Pero Fury renació de sus cenizas de la mano de su esposa Paris y volvió a escalar la montaña.

La fuerza física acompaña sin duda a Fury. Si no le falla la mentalidad, es casi imbatible.

En su última pelea, en octubre, también en Riad, se enfrentó al francés Francis Ngannou, campeón de la UFC y que disputaba su primera pelea de boxeo.

Un lento y con sobrepeso Fury fue derribado en el tercer asalto antes de ganar por una controvertida decisión.

Pero esa actuación no modificó la opinión de Lennox Lewis, quien considera que tiene todos los recursos para ser el gran campeón del peso pesado.

"Lo he estado viendo durante mucho tiempo y es un buen boxeador", afirmó Lewis para el periódico The Guardian.

"Tyson Fury tiene muchas armas diferentes en su arsenal. Demostró en las peleas con Deontay Wilder que es agresivo y se mueve bien hacia adelante".

"Apostaría por Fury, siempre que esté al 100% centrado".

El propio 'Gypsy King' no duda de que puede ser el momento en que añada su nombre al de otras leyendas del boxeo.

"Si Tyson Fury no puede derrotar a Usyk, Tyson no es bueno", sentenció. "Es mi momento, mi destino, mi era y mi generación".