el Museo Picasso de Barcelona dedica una exposición íntegra a Fernande Olivier, pareja de Pablo Picasso entre 1904 y 1912, y la reivindica no sólo como musa del artista, sino como memorialista y escritora, con textos "fundamentales" para conocer mejor al pintor.
La comisaria de la muestra, Malén Gual, junto al director del centro, Emmanuel Guigon, explicó este jueves en rueda de prensa que, además de ser la compañera Picasso durante esos años y protagonista de más de un centenar de sus obras, fue una mujer que tuvo interés en plasmar sus vivencias en libros como 'Picasso et ses amis', en 1933, unas memorias que muchos críticos consideraron "importantísimas", aunque Picasso "no estuvo contento con su publicación".
En la década de los años cincuenta del siglo pasado, con grandes problemas económicos, intentó publicar su diario íntimo, con el título 'Souvenirs intimes: écrits pour Picasso', pero tras conocer el pintor malagueño sus intenciones, le prometió una asignación anual para impedir su publicación.
El libro no vio la luz hasta que el ahijado de la escritora, Bilbert Krill, lo publicó en 1988, más de veinte años después de su muerte en 1966.
- Gual no obvió que por las cartas que existen entre ellos se puede ver cómo ella, después de la Segunda Guerra Mundial y en una situación económica "terrible", pidió ayuda al pintor, quien le aportó en torno a un millón de francos.
Documentos y fotografías inéditas
'Fernande Olivier, Pablo Picasso y sus amigos', que se podrá ver desde mañana viernes y hasta el próximo 6 de octubre, exhibe desde documentos y fotografías inéditos a testimonios audiovisuales y varios retratos de Picasso y otros firmados por el círculo de amistades de la modelo, nacida como Amélie Lang en 1881 y que se transmutó en Fernande Olivier para escapar de un marido que la había dejado embarazada, siendo menor de edad.
Gual incidió en que sus libros evidencian la lucha de las mujeres de finales del siglo XIX y principios del XX para ser "libres", en su caso además con unas complejas circunstancias vitales, puesto que fue una hija abandonada, no querida por la familia de acogida y, posteriormente, abandonó a su hijo, tras ser obligada a casarse con el hombre que había abusado de ella.
En el inmueble del Bateau-Lavoir de Montmartre conoció a Pablo Picasso, quien la plasmó por primera vez en un dibujo erótico en agosto de 1904. Inició una relación con él y se instaló en el taller del artista en 1905, con quien compartió la vida hasta 1912.
Mujer de ojos almendrados y pómulos marcados
En la primera de las salas se repasa la biografía de esta mujer de ojos almendrados y pómulos marcados, se pueden ver las primeras fotografías que se hicieron juntos y, posteriormente, se incide en los amigos del Bateau-Lavoir.
La sala principal se centra en la relación entre ambos, con dos obras importantes de 1906 como 'Cabeza de mujer inclinada' o 'Busto de mujer'; asimismo, resalta 'Desnudo sobre fondo rojo', de 1906, y otro lienzo de tres años más tarde, 'Retrato de Fernande', ya con características cubistas.
También se incluyen diferentes fotografías de época, en algunas de ellas con personajes como Guillaume Apollinaire, amigo de la pareja, igual que otros como André Salmon y Max Jacob.
- En la muestra se incluyen obras de Manolo Hugé, Paco Durrio, Joaquín Sunyer o Ricard Canals.
Malén Gual también destacó diferentes vitrinas con cuadernos de Fernande, uno de ellos el 'Cuaderno verde', con partes que todavía no se han dado a conocer, y también algunos de los bodegones que pintó.
En la última sala se pueden ver, entre otras, dos filmaciones de los años cincuenta y sesenta, con Fernande Olivier rememorando momentos pasados con Georges Braque o con Max Jacob, y queda constancia de cómo su memoria es reivindicada por algunos intelectuales.