Guadalajara, Jalisco.

En un mea culpa, que no terminó por agradar a las víctimas de las explosiones del 22 de abril, el ex Procurador General de la República, Ignacio Morales Lechuga admitió que el Estado jamás cumplió con su obligación de restituir el daño a los damnificados de la tragedia, y que fue excesiva la acción legal que emprendieron contra el ex presidente municipal, Enrique Dau, destituido y encarcelado por aquellos sucesos.

“Lo que quedó pendiente y rebasaba facultades como Procurador General de la República fue la reparación del daño a las víctimas. El Estado y Pemex en este caso, estaba obligado a resarcir a todas las víctimas de la explosión los deudos, familiares y a las personas lesionadas”, dijo.

El ex rector de la Escuela Libre de Derecho acudió al Colegio de Jalisco a la presentación del libro: “Testimonios sobre una herida abierta” de Jorge Federico Eufracio Jaramillo, en una mesa moderada por el doctor Javier Hurtado, presidente del Colegio de Jalisco.

Dijo que no podía culparse a Pemex porque las instituciones no son sujetas a derecho penal, y que eso no es culpa de él, sino de la ley.

Aceptó que incluso que debió haber renunciado a su cargo.

En el acto estuvo presente, Enrique Daú, quien recibió así, la disculpa del ex procurador:

“Me deja conmovido, nuevamente dolido y solidario con quiénes sufridor heridas o un fallecimiento en su familia. Ellos son quiénes fueron mártires de esta situación. En mi caso fue un accidente, pues ningún dolor es tan fuerte como el de ellos”.

Sin embargo, el pronunciamiento del ex procurador no dejó satisfechas a víctimas del 22 de abril invitadas al acto, particularmente a Lilia Ruiz Chávez, líder de los damnificados, quien se retiró molesta e incluso alcanzó a gritarle a Morales Lechuga, acusándolo de cinismo.