Estudio en Poncitlán arroja que 40 % de niños ya tiene inflamación renal
Fotografía: CEA / Archivo




Guadalajara, Jalisco. 

De mil 629 niños y niñas originarios de San Pedro Itzicán, Poncitlán, que fueron sometidos a estudios para conocer el estado de sus riñones, el 40 % arrojó niveles anormales de creatinina que evidencian inflamación en dichos órganos excretores, de no atenderse, el diagnóstico podría evolucionar a enfermedad renal.

Así lo evidencian los primeros tamizajes que elaboró la Secretaría de Salud Jalisco a dicha población con apoyo de investigadores de la Universidad de Guadalajara, si bien el proyecto inicial era realizar estudios clínicos a 24 mil niños de la ribera de Chapala, solo han evaluado a menos de dos mil debido a que la pandemia suspendió temporalmente el programa. Sin embargo, los primeros resultados de San Pedro Itzicán son graves, según el investigador Felipe Lozano, quien participa en el estudio.

"Son muchos niños, esto es inusual en el mundo y solamente se da de Mezcala a Chalpicote, fuera de la laguna aparentemente no hay, ya estudiamos El Salto y no encontramos lo que vemos aquí (…) Lo que está sucediendo es que hay una inflamación de los riñones que si es persistente llega a inflamarse y a cicatrizar, como toda inflamación y al cicatrizarse se hace la insuficiencia renal crónica porque ya cicatrizó el riñón, ya no funciona, se obstruye".

Por su parte el responsable de vigilancia epidemiológica de la Secretaría de Salud, César Domínguez, aseguró que los niños con resultados anormales fueron enviados al nefrólogo para realizar estudios más detallados y se detectó que uno ya tiene enfermedad renal en fase inicial, aunque aseguró que todos están ya bajo tratamiento para evitar que lleguen a este escenario.

Sin embargo el investigador Lozano llamó a tomar medidas que atiendan el problema desde sus diferentes dimensiones, pues los afectados viven en comunidades marginadas con desnutrición hasta en 30 % de los niños, donde la contaminación del lago y su exposición constante a pesticidas les afecta de manera más grave.

"Hemos estudiado los pesticidas en el lago, sí hay (…) La costumbre ancestral de hace cientos de años es lavar la ropa en el lago y que los niños se laven en el lago, las mujeres también, que laven los trastes en el lago, es una costumbre, esta costumbre está ligada a que la ropa, las cobijas, se impregne y luego suden y lentamente y poco a poco estén en contacto cotidianamente con los contaminantes que están en el lago".

Aunque aún no hay certeza sobre cuándo reanudarán el tamizaje para evaluar al resto de los niños de la ribera, Lozano Kasten informó que emprenderán otro estudio con financiamiento del Conacyt para evaluar el efecto de la alimentación sana y de calidad en niños expuestos a los contaminantes del lago.