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- Niños y jóvenes de Puerta Real trepan un muro para tener acceso al derecho de la educación -
No hace falta que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump construya un muro en la frontera, para que los mexicanos sean estigmatizados y discriminados.
Miles de kilómetros se han bardeado en el país en aras de la seguridad, plusvalía y exclusividad de los desarrollos habitacionales, pero sus efectos son otros: segregación y problemas sociales.
La imagen del mexicano que trepa para cruzar “al otro lado” no sólo ocurre en los estados fronterizos.
A escasos kilómetros de la cabecera de Tlajomulco de Zúñiga, en Puerta Real, decenas de personas, principalmente niños escalan todos los días un muro para llegar a su escuela en Cima del Sol. Son apoyados por sus madres, quienes llevan carriolas o más menores en brazos. Entre todos se ayudan para dar el salto y cortar camino.
La barda mide casi dos metros de altura. Los vecinos de Puerta Real colocaron en una esquina, una enorme piedra, en la que se apoyan para trepar. Estando arriba tienen que brincar hacia Cima del Sol, con el riesgo de caer mal y lastimarse.
Los ladrillos impiden su libre tránsito sobre la avenida Cortijo o también conocida como Ahuehuete, la cual, según el Plan Parcial de Desarrollo Urbano de Tlajomulco de Zúñiga, tendría que conectar a ambos fraccionamientos.
El ex presidente de colonos de Puerta Real, Álvaro Macías denunció que gestionan el derribo del muro desde hace siete años.
“El problema desde el inicio del fraccionamiento en 2011, se empezó a ver esta problemática, se hace una gestión ante el ayuntamiento en ese mismo 2011, sele una resolución que es un dictamen territorial, donde se especifica en el Plan de Desarrollo, la avenida El Cortijo hacia el fraccionamiento Cima del Sol, donde se encuentran los planteles educativos: kínder, primaria y telesecundaria”.
Del otro lado, los vecinos de Cima del Sol se oponen a que desaparezca la división.
“Cuando compramos nuestras casas en este fraccionamiento, nos vendieron como fraccionamiento privado y con bardas perimetrales, entonces esa barda ya estaba hecha, de hecho, las personas de los otros fraccionamientos han estado peleando un acceso, el cual ya lo tienen, ya se les hizo, está más arriba, lo que es avenida Laurel para que puedan acceder y traer a sus chamacos”.
A una cuadra de distancia se abrió una puerta, entre matorrales y una malla ciclónica que impiden llegar de forma directa a los centros escolares. Esa ruta implica el doble tiempo y enfrentar más peligros.
El dictamen de la dirección de Ordenamiento Territorial, de Tlajomulco de Zúñiga, emitido en el año 2012, reconoce que la avenida Cortijo o Ahuehuete está contemplada en el Proyecto Definitivo de Urbanización como una arteria municipal. En el mismo documento se ordena a la dirección de Obras Públicas abrir el acceso. A la fecha no se ha movido un ladrillo.
El secretario General del Ayuntamiento, Erik Tapia no desconoce la situación y la justifica en que la constructora Porurco no ha escriturado a nombre del municipio el área común de Puerta Real, como parques y vialidades.
Las dificultades para transitar han obligado a los vecinos de Puerta Real a crear otros accesos a través de casas abandonadas. Habitantes de Cima del Sol han lucrado; colocaron escalones y cobran cinco pesos por el cruce, según los testimonios recabados en la zona.
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- El 14 % del suelo del Área Metropolitana de Guadalajara fue amurallado en busca de la tranquilidad; la consecuencia: calentamiento social -
El paisaje de los dos lados de la barda que divide a los fraccionamientos Cima del Sol y Puerta Real es prácticamente el mismo.
Cima del Sol, el primer fraccionamiento que se construyó al pie de la carretera a Lomas de Tejeda, es de viviendas de 76 metros cuadrados. El asentamiento que llegó después del muro, está conformado por casas con 15 metros menos.
Ambos desarrollos habitacionales son de interés social, fueron concebidos con bardas perimetrales, pero no cuentan con caseta de vigilancia. Los dos tienen los mismos problemas que enfrenta gran parte del municipio de Tlajomulco de Zúñiga: escasez de agua, recolección de basura intermitente y pocas rutas de transporte público.
Aún con los ladrillos de por medio, no pueden evitar la convivencia, exhibió Laura Camarillo, presidenta del Consejo Social de Puerta Real.
“Nosotros vamos y nos servimos de los servicios que están de aquel lado, ellos vienen hacia acá. Es igual, tú pusiste Liconsa de aquel lado y toda la gente es de aquí hacia allá, que bajó tu venta de la Liconsa ¿por qué? ese muro”.
Éste no es el único caso de exclusión que se vive en el Área Metropolitana de Guadalajara. Enormes bardas se han construido para separar los asentamientos del entorno, en el que se insertan.
El 14% del suelo de la ciudad fue amurallado. Más de 2 mil 700 urbanizaciones se edificaron en conceptos cerrados para que el Estado pierda la rectoría de la tierra y restringir el acceso a espacios públicos, según un estudio que realizó el académico alemán Bernd Pfannenstein, en una colaboración de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza con el Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan).
“Tenemos urbanizaciones cerradas de distintas escalas, de distintos niveles socioeconómicos y también tenemos una cohesión social, que hasta que ya estamos desarrollando la vivienda de interés social dentro de muros y esto nos conlleva a un fenómeno, que yo estoy llevando desde la perspectiva de la privatización del suelo urbano y esto es un proceso irreversible”.
En Cima del Sol, donde se oponen al derribo de la barda que impide el libre desplazamiento en la avenida del Cortijo, no hay disposición a expresar públicamente su postura. Incluso quienes están a favor de que se tire, tienen miedo a hablar.
Araceli Bañuelos es la única que se atreve a explicar la oposición de la mayoría de sus vecinos a que se abra la avenida Cortijo o Ahuehuete.
Su principal argumento es que no están dispuestos a sacrificar su seguridad, por el incumplimiento de la constructora que desarrolló Puerta Real sin escuelas.
“Porque entre más accesos tiene un fraccionamiento es más fácil de que te desfalquen tu casa y hay más puntos de salida, entonces imagínate si agarran a un niño de la escuela precisamente y lo suben a un carro, no saben si salió por aquí o salió por acá”.
El geógrafo Pfannenstein hizo un análisis de este caso.
Alertó que es un claro ejemplo de la “ilusión inmobiliaria” para vender tierra a sobreprecio y del calentamiento social que provocan los muros.
“Éste es el gran problema de las urbanizaciones cerradas, en su momento estuvimos tocando un efecto de la inseguridad, pusimos los muros y nos sentimos seguros, ¿no se está adaptando también la inseguridad dentro? Robando casas dentro de urbanizaciones cerradas y mi pregunta sería, ¿qué hacemos? ¿Seguimos tratando el efecto o estamos tratando la causa? La causa es el calentamiento social, la causa es la desigualdad, la causa es la polarización de estratos sociales. Tenemos personas del salario mínimo de 80 pesos en casas, de vivienda de interés social afuera de la ciudad, que no pueden participar de infraestructura, de servicios, calidad de vida”.
El municipio del Área Metropolitana con más cotos es Tlajomulco de Zúñiga; el 26% de su territorio fue urbanizado con bardas perimetrales, arrojó el estudio hecho por el alemán a petición del Imeplan.
- Las constructoras no se hacen responsables del espejismo que venden al construir vivienda de interés social en coto -
En la década de los 90 se detonó el crecimiento del Área Metropolitana de Guadalajara a través de desarrollos habitacionales cerrados.
Estos complejos fueron vendidos como un “icono urbano de privilegio y poder”, explica la antropóloga Manuela Camus en su libro “Vivir en el coto”.
La académica de la Universidad de Guadalajara aclaró que este modelo nace en una autoprotección de las élites y que al ser reproducido para los estratos sociales de bajos recursos, se convirtió en una pifia.
“Es un modelo que funciona en estos sectores porque hablamos de la palabra plusvalía y se les derrite la boca porque tienen plusvalía, aquí sí pueden manejar control sobre esas propiedades comunes del condominio, porque el pago de cuotas normalmente funciona y aceita todo el funcionamiento de ese colectivo, pero cuando pasamos a otros sectores eso no funciona con esas lógicas, esa aspiración es la que manejan”.
Las empresas venden un “espejismo”, del que no se hacen responsables.
En el caso de Puerta Real y Cima del Sol, fraccionamientos vecinos y enfrentados por un muro, las constructoras también pintaron su raya.
El Grupo Porurco que desarrolló Puerta Real, se dio de baja de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda y cerró las oficinas que tenía en avenida Hidalgo.
Mientras que Los Patos, la inmobiliaria de Cima del Sol, se deslindó del conflicto a través de Canadevi por haber entregado al municipio en tiempo y forma.
El secretario General del Ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga, Erik Tapia reconoció que no necesitan a las constructoras para regularizar la situación de Puerta Real y abrir la avenida Cortijo.
“A la rebeldía de la constructora, nosotros cobrar las fianzas de garantía y de urbanización. Nosotros iniciar los procedimientos jurídicos necesarios para poder obtener la propiedad de las viabilidades. El mismo Código Urbano establece esquemas y a través de cabildo, por ejemplo, del pleno del ayuntamiento generamos ciertas acciones para generar un rescate de la acción urbanística que tenga efectos de entrega- recepción”.
A pesar de la disposición mostrada por la autoridad frente a la cámara para resolver el problema, la presidenta del Consejo Social de Puerta Real, Laura Camarillo ha recibido otra información.
“Estamos en pláticas con ellos, con los presidentes ahí para que cedan una puerta, porque ayuntamiento ahorita no se quiere meter, que porque no está entregado aquí, por eso no se puede ahorita meter”.
En el libro “Vivir en el coto”, Manuela Camus expone las consecuencias de este modelo. Advirtió que privilegia el uso del automóvil, limita el acceso a los servicios públicos y crea una sociedad jerárquica.
“Lo que me preocupa es qué tipo de modelo de sociedad, ellos están inmersos y están promocionando de una manera, claro es un modelo social de una ciudadanía patrimonialista, de la una ciudadanía no universal, donde el que más tiene es el que más privilegios puede alcanzar, se trata de una sociedad jerárquica… uno está en la posición social, en la que está porque se lo merece”.
En el Congreso del Estado se discutió una iniciativa de reforma al Código Urbano de Jalisco, para incluir el concepto de “permeabilidad urbana”, favorecer el libre desplazamiento por la ciudad e incrementar los requerimientos para los desarrollos cerrados.
El autor de la propuesta fue el diputado Augusto Valencia, quien advirtió que existen intereses que impiden su aprobación.
“No quieren que la podamos discutir, no hemos encontrado un eco fuerte en otros diputados para que esto suceda, pero sí hemos encontrado activistas y académicos que no sueltan el tema. Ahora va a suceder tarde que temprano, probablemente no suceda en esta Legislatura pero avanzamos un tramo… es insostenible este modelo”.