Franja de Gaza.

Cuando Naim al Goaan vio un paracaídas caer del cielo de Gaza, un territorio devastado por seis meses de guerra entre Israel y Hamás, pensó en cómo podría aprovecharlo al máximo, al margen de la ayuda humanitaria que cargaba.

Después de que "el paracaídas cayó al mar, lo recuperamos con ayuda de un pequeño barco", contó este pescador palestino de Deir el Balah, en el centro de Gaza, a AFP.

"La gente agarró la ayuda, y recuperamos el paracaídas para transformarlo en una carpa en la que mi hermana duerme durante la noche, mientras que en el día lo usamos como tienda".

La tela del paracaídas se ha reutilizado para formar una carpa de cerca de un metro cuadrado, tendida sobre una estructura de madera y tubos metálicos, en la playa de Deir el Balah.

El lunes, la familia de Goaan estaba sentada bajo la sombra, a la espera de que la gente viniera a comprar los productos colocados sobre un banco de madera: huevos, conservas y pasta.

Hacerse con el paracaídas no fue tarea fácil. "Luchamos mucho para recuperarlo, y la embarcación volcó dos veces antes de que lo logramos", contó el pescador.

- "La guerra va durar" -

La perspectiva de que la guerra no de tregua justificó el esfuerzo, explicó Goaan.

"La razón [para montar la tienda] es la guerra, y parece que va a durar mucho tiempo", dijo.

• El conflicto se desató tras el ataque del 7 de octubre de Hamás en el sur de Israel, en el que los combatientes islamistas mataron a 1.170 personas, según un cómputo de la AFP a partir de datos oficiales.

En represalia, Israel prometió "aniquilar" Hamás, en el poder en la Franja de Gaza desde 2007, y lanzó una ofensiva militar que hasta ahora ha dejado 34.151 muertos, según el Ministerio de Salud del estrecho territorio.

Los continuos bombardeos dejaron gran parte de la franja en ruinas, y obligaron a la mayoría de la población a vivir en refugios improvisados.

En Rafah, en el extremo sur del territorio, Israel encargó 40.000 tiendas para dar cobijo a casi medio millón de gazatíes, antes de una probable operación terrestre en la localidad, que el Estado hebreo considera como el último bastión de Hamás.

Según la ONU, 1,5 millones de palestinos se hacinan en esta ciudad, la mayoría de ellos desplazados por la guerra.

Algunos de ellos regresaron al norte después de que Israel retirara la mayoría de sus tropas del sur de Gaza a principios de mes.