Londres, Reino Unido.
El Gobierno del Reino Unido anunció este sábado una inversión de 2 mil millones de libras (2 mil 300 millones de euros) de aquí a 2025 para potenciar los desplazamientos a pie y en bicicleta a fin de facilitar el retorno al trabajo tras la pandemia de coronavirus.
En la rueda de prensa diaria, el ministro de Transporte, Grant Shapps, precisó que el capital se invertirá en mejorar los carriles bici y las vías públicas y a hacer pruebas con patinetes eléctricos, con la intención de fomentar "un cambio en los hábitos" de los ciudadanos a largo plazo.
Shapps advirtió de que, al principio del desconfinamiento, el transporte público no podrá operar a su plena capacidad, e incluso cuando lo haga, las medidas de distanciamiento social significarán que habrá espacio para menos pasajeros.
Gráfico: AFP
El ministro reveló los planes para el transporte antes de que mañana el primer ministro conservador, Boris Johnson, detalle su plan de desescalada del confinamiento impuesto el pasado 23 de marzo, si bien ya ha avisado de que actuará "con cautela" para evitar un segundo brote de la pandemia.
"Será un proceso gradual, no habrá un simple salto hacia la libertad", avisó Shapps.
Los últimos datos oficiales, difundidos hoy, indican que las muertes por COVID-19 en el Reino Unido se sitúan en 31 mil 587, tras sumar 346 en 24 horas, con lo que el país se mantiene como el más castigado por esta enfermedad en Europa.
El ministro instó a la población a respetar el aislamiento y "quedarse en casa" hasta que Johnson dé a conocer mañana la hoja de ruta, que, según la prensa, podría autorizar la apertura de centros de jardinería a partir del miércoles y flexibilizar las normas de ejercicio diario.
Shapps no negó que, tal como adelanta hoy el periódico "The Times", el jefe del Ejecutivo vaya a anunciar también la imposición de una cuarentena de 14 días a los viajeros que lleguen a territorio británico de cualquier país menos la vecina Irlanda.
Recordó que este tipo de cuarentena ya se aplicó anteriormente a los viajeros procedentes de ciertos lugares de China, Italia, Corea del Sur e Irán, con lo que simplemente se trataría de extender la medida.
En todo caso, esta cuarentena afectaría más probablemente a residentes británicos retornados que a turistas, puesto que siguen vigentes en muchos países las restricciones de viaje, también en el Reino Unido, señaló.
Ante las conjeturas de una posible reapertura de los colegios, los sindicatos de educación han advertido hoy de que no debe hacerse hasta que los científicos aseguren que no hay riesgo de propagación del virus y se cumplan una serie de requisitos para garantizar la seguridad del personal y los alumnos, como mejorar la limpieza y proveer material de protección personal.
A la espera de conocer el plan del Gobierno central para Inglaterra, la región más poblada, los Ejecutivos autónomos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte han avisado de que no piensan variar significativamente a corto plazo sus propias restricciones, pues consideran que hacerlo sería arriesgado.
Así, el Gobierno galés ha revelado como únicos "pequeños ajustes" a partir del lunes que las personas puedan salir más de una vez al día a la calle a hacer ejercicio y que se reabran los centros de jardinería, siempre que se respete la distancia personal.
El Ejecutivo de Irlanda del Norte prorrogó el jueves las medidas introducidas en marzo y avisó de que podría haber cierta apertura en el ejercicio diario, mientras que Escocia ha dicho que mantiene las restricciones y "no se dejará presionar" por Londres para levantarlas antes de tiempo.
Aunque promete proceder con cautela, Johnson, que padeció la COVID-19, afronta crecientes presiones del sector empresarial y de sus propios diputados para reabrir cuanto antes la economía, después de que el Banco de Inglaterra pronosticara una contracción del producto interior bruto (PIB) del 14 % este año.