El presidente de Nigeria recibe a las 82 estudiantes liberadas en Chibok




Abuya, Nigeria

El presidente de Nigeria, Muhamadu Buhari, recibió este domingo en Abuya a 82 estudiantes de secundaria nigerianas de Chibok, liberadas después de más de tres años de cautiverio en manos del grupo yihadista Boko Haram.

Las jóvenes llegaron a la residencia presidencial a las 19H00 (18H00 GMT) en autobuses del ejército, comprobó un periodista de la AFP.

Estas adolescentes forman parte del grupo de 276 colegialas secuestradas en su instituto por el grupo yihadista en abril de 2014.

Difundido por los medios de todo el mundo, este secuestro masivo provocó una ola de indignación en la que participaron muchas celebridades mundiales a través de las redes sociales con la etiqueta #bringbackourgirls (Devuelvan nuestras chicas).

La liberación de las estudiantes supone una gran victoria política para Buhari, que hizo de ella, junto a la lucha contra Boko Haram, una de sus prioridades de su mandato.

Enfermo y debilitado, el mandatario no ha asistido a ningún consejo de ministros desde hace un mes, lo que hizo dudar sobre sus capacidades de gobernar el país.

Las 82 estudiantes fueron liberadas el sábado a cambio de miembros de Boko Haram detenidos, explicó la presidencia. El grupo radical todavía tiene a 113 chicas de Chibok en su poder.

No se ha facilitado ninguna información sobre los combatientes intercambiados, pero según algunos expertos del movimiento, se trata de comandantes de la facción dirigida por Abubakar Shekau, que afirma tener secuestradas a las estudiantes.

Amnistía Internacional pidió el domingo a las autoridades nigerianas que dieran un apoyo psicológico adecuado a las jóvenes liberadas, en lugar de la tradicional investigación militar.

"Parece que están bien, pero muy delgadas", indicó a la AFP un miembro de un grupo de autodefensa de Banki sobre las chicas, una de las cuales, según él, va acompañada de un niño de menos de dos años.

- 'Amputadas' -

Dos de ellas fueron amputadas. Una de ellas de una pierna tras un bombardeo del ejército nigeriano contra posiciones de Boko Haram, y la otra de una mano debido a una herida infectada durante su retención, explicó la misma fuente a la AFP.

En octubre de 2016, 21 jóvenes de Chibok fueron liberadas, algunas de las cuales habían dado a luz en cautividad, tras unas negociaciones entre Boko Haram y el gobierno, con la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de Suiza.

El CICR volvió a ofrecer un gran apoyo logístico en esta liberación, según los testimonios obtenidos por la AFP.

"Nuevos vehículos del CICR llegaron a Banki en camión el viernes por la noche", contó una fuente militar con base en esta localidad próxima a la frontera con Camerún. "Después, salieron hacia el bosque sin escolta y trajeron a las chicas a las 17H30 (16H30 GMT) a Banki".

Las jóvenes pasaron la noche en los barracones militares de Banki, antes de salir hacia Maiduguri, la capital del Estado de Borno, a las 06H00 del domingo. Allí, debían tomar un avión hacia Abuja, la capital federal, donde se las esperaba durante el día.

De las 276 adolescentes -entonces de entre 12 y 17 años- secuestradas en 2014, 57 lograron escaparse justo después del rapto y tres fueron encontradas cerca del bosque de Sambisa, bastión de la facción de Boko Haram dirigida por Shekau.

Las niñas de Chibok se habían convertido en símbolo de las decenas de miles de personas que siguen detenidas por Boko Haram, que utiliza los secuestros en masa para reclutar combatientes.

El acceso al noreste del país, inmenso territorio fronterizo con Chad, Camerún y Níger, sigue siendo extremadamente difícil. Aunque Boko Haram ya no controla grandes sectores del mismo, los ataques y los secuestros son diarios.

"Boko Haram sigue raptando mujeres, niñas y también chicos jóvenes, niños, para hacerles pasar los peores de los suplicios: son violados, golpeados y forzados a cometer atentados suicidas", indicó el mes pasado Makmid Kamara, representante de Amnistía Internacional para Nigeria.

Desde hace ocho años, la insurrección islamista ha dejado más de 20.000 muertos y 2,6 millones de desplazados.