El Análisis | La capacidad de decidir
Cortesía




Ocotlán, Jalisco

En las decisiones se engendra el devenir de los acontecimientos,  por eso el presente evoca ese pasado decidido, y se muestra como es, y al mismo tiempo vuelve a colocar a la humanidad en una permanente vivencia de opciones por elegir, así se produce un flujo incesante de preguntas, que pueden llevar a polarizaciones, como el caso de si evocamos el verbo hacer, y nos preguntamos, lo hacemos o no lo hacemos. Si ahora puntualmente se decide no hacer, puede suceder que existan alternativas, etapas que forman parte de ese proceso y que dejan en evidencia que hay otras posibilidades; citando al ejemplo reciente que involucra al hacer, podríamos decir, lo intentaremos progresivamente, iniciaremos secuencialmente diferentes actividades que nos llevarán probablemente hacia la concreción de lo que nos hemos propuesto. Entonces aquél no, se transforma en una nueva ruta por vivir para acceder a un sí. Es que en la vida todo aquello que tenga como objetivo construir de alguna forma encuentra las puertas que habilitan el acceso a desarrollarlo. 

Las decisiones requieren tiempo, y cada cual sabe lo relevante que es poder lograr esa armonía temporal entre lo que se piensa y se hace o no se hace. Ese ciclo vital de temporalidad es una escuela diaria que expone a cada uno ante la propia existencia y por supuesto en los entornos en donde convive.

Las decisiones fluyen cuando se conocen los factores que inciden en las mismas. Ese natural razonar que evoca cada ser debe contemplar la suma de las circunstancias que determinan el análisis y que conllevan resoluciones. 

El hombre que vive al día se deja llevar más por los impulsos, escribe Viktor Frankl, en su obra “La psicoterapia al alcance de todos”.  No hay que dejarse llevar por los impulsos. Lo pensado trae beneficios alrededor. Por eso para decidir hay que pensar. 

Frankl, como catedrático de neurología y psiquiatría, escribía en la obra citada, “…hoy se mantiene todavía esta actitud provisional ante la existencia…” El desafío reside en superar el efecto provisorio de las decisiones. La vida de las sociedades que se atreven a reflexionar sobre sus presentes, facilita el camino de las decisiones que fomentan el  crecimiento de sus habitantes.

Por Marcelo Pedroza