El Análisis | El año feminista
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#Mirada Violeta

Los avances sociales y normativos conseguidos por el movimiento amplio de las mujeres y los movimientos feministas suelen presentarse como la consecuencia de progresos que marchan por el devenir de la historia, por sí solos, como concesiones que además hay que agradecer la “buena ondita” de quienes lo hicieron posible, generalmente hombres en los congresos o en los gobiernos.

La realidad es que las conquistas sociales y jurídicas de las mujeres solo han sido posibles por el encono, la rabia, la resistencia y el coraje con el que las propias mujeres y el movimiento feminista han luchado.

Han sido las luchas de muchas mujeres, las que nos permiten hoy gozar de derechos que durante siglos nos fueron negados y arrebatados. El derecho al trabajo, a la libertad de expresión, a participar activamente en la política, a estudiar, al sexo, el derecho al ocio, la cultura, etc., tienen un alcance diferenciado para mujeres y hombres, a ellos les fueron dados estos derechos por el solo hecho de nacer hombre, a ellas les fueron negados estos derechos por el solo hecho de nacer mujer.

Los primeros movimientos de las sufragistas no fueron bien recibidos, fueron reprimidas y encarceladas por exigir el derecho a votar y ser votadas, por exigir ser consideradas ciudadanas. Ellas tuvieron que elevar el nivel de protesta, quemaron buzones, quebraron vidrieras y cortaron cables de luz; incluso, en Inglaterra detonaron una bomba en una construcción que serviría al ministro de finanzas. Hubo quien se martirizó a favor de la causa, fue Emily Davison quien se arrojó al caballo del Rey Jorge V durante una carrera en el Derby de Epsom, para exigir el sufragio a las mujeres. Emily murió a los pocos días a causa de los golpes sufridos por el atropellamiento del caballo.

En los últimos años, las movilizaciones de mujeres en el mundo se han unificado en torno a las denuncias por violencia y feminicidio, el movimiento “Ni una menos” surgido en Argentina, logró aglutinar marchas en diversos países de América Latina y Europa. La discusión por el derecho a decidir y el aborto libre y gratuito trascendió al Congreso Nacional en Argentina y ahora el pañuelo verde es un símbolo de lucha para las mujeres en el mundo. El movimiento más reciente de “Un violador en tu camino” surgido en Chile, ha logrado movilizar a niñas y mujeres de casi todo el planeta, de diversas culturas e idiomas y de distintas condiciones sociales. Este movimiento trascendental ha logrado también visibilizar al verdadero responsable de las múltiples violencias que viven las niñas y mujeres en el transcurso de sus vidas y logró también que se despojaran de los sentimientos de culpa que la cultura machista y misógina les ha impuesto a las mujeres “Y la culpa no era mía, ni donde estaba ni como vestía”.

Sin duda, este 2019 es el año feminista, es el año de las mujeres, de las que ya no callan, de las que se apropian de las calles y destruyen los monumentos patriarcales. Los gritos seguirán subiendo de tono hasta que sean escuchadas, hasta que paren las violencias, hasta que no exista un feminicidio más, hasta que no exista una sola violación sexual más, ninguna agresión quedará sin respuesta. Se acabo la época de la impunidad para los violentadores. Esta es la época de las mujeres y cada conquista y cada paso andado ya no será borrado de la historia, porque son las niñas y las mujeres quienes la están reconstruyendo.

Por Guadalupe Ramos Ponce