EEUU niega haber mentido sobre la guerra en Afganistán
Fotografía: AFP




Washington, EEUU.

Altos funcionarios de defensa de Estados Unidos negaron el viernes que los militares hayan ocultado durante años al público su falta de progreso en la guerra afgana.

El secretario de Defensa, Mark Esper, y el presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, rechazaron las acusaciones de que el Pentágono y otras agencias gubernamentales habían informado falsamente sobre avances en el terreno mientras internamente en Estados Unidos los funcionarios manifestaban su escepticismo sobre la guerra.

"Sé que hay una afirmación de que hubo algún tipo de mentira coordinada en el transcurso de 18 años", dijo Milley a los periodistas. "Me parece una caracterización errónea". 

"Muchos dimos evaluaciones en base a hechos que conocíamos en ese momento", agregó. "Y fueron evaluaciones honestas que nunca tuvieron la intención de engañar al Congreso ni al pueblo estadounidense". 

La semana pasada, el Washington Post comenzó a publicar lo que llamó "Los Documentos de Afganistán", una serie de comunicaciones internas del gobierno que documentan el fracaso en los esfuerzos para derrotar al grupo islamista talibán y fortalecer al gobierno afgano.

El Post dijo que los documentos "contradicen un largo coro de declaraciones públicas de presidentes, comandantes militares y diplomáticos que aseguraron a los estadounidenses año tras año que estaban avanzando en Afganistán y que valía la pena hacer la guerra".

Milley calificó lo publicado como "una muy, muy buena pieza de periodismo de investigación".

Pero insistió en que los documentos eran entrevistas y evaluaciones "retrospectivas" hechas para revisar la experiencia de Estados Unidos y no para enmascararla, a diferencia de los "Documentos del Pentágono", que cuando se filtraron en 1971 mostraron un comportamiento mucho más manipulador por parte del gobierno durante la guerra de Vietnam.

Dijo también que las fuerzas estadounidenses han tenido éxito en erradicar a Al Qaida, el grupo yihadista con sede en Afganistán que está detrás de los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos, y en castigar a sus protectores, los talibanes.

"Nuestro objetivo original al entrar en Afganistán el 7 de octubre de 2001 era evitar que se convirtiera en una plataforma para lanzar ataques terroristas en Estados Unidos", dijo. "Y hasta la fecha eso ha sido un éxito", insistió.