Palm Beach, Estados Unidos
Estados Unidos lanzó este jueves un vigoroso bombardeo contra objetivos en Siria, en el que utilizó por lo menos 70 misiles teleguiados, en respuesta a un ataque con armas químicas por el que responsabilizó al líder sirio Bashar al Asad.
Una fuente del Pentágono informó que 70 misiles Tomahawk fueron lanzados desde buques de guerra contra la base aérea siria de Shayrat, desde donde Estados Unidos piensa que partió el ataque con arma química.
En tanto, una fuente de la Casa Blanca que solicitó el anonimato acusó directamente al gobierno de Asad por la utilización de un arma basada en un gas neurotóxico contra una aldea en el noroeste del país.
"Para ese ataque, el régimen de al Asad utilizó un agente neurotóxico que tiene las características del sarín", dijo la fuente. Peritos de Turquía que atendieron a víctimas del ataque habían afirmado que el gas utilizado era sarín.
Este mismo jueves, en la sede de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad no logró alcanzar un acuerdo sobre una declaración sobre el ataque con arma química en Siria, cuando ya se había divulgado la información de que la Casa Blanca tenía listo un plan de ataque.
Al fin de esa reunión, el embajador de Rusia, Vladimir Safronkov, había advertido sobre los riesgos de un ataque estadounidense contra objetivos en Siria.
"Si hay una acción militar, toda la responsabilidad recaerá sobre los que hayan iniciado una empresa tan trágica y dudosa", expresó el diplomático ruso a la salida de la reunión.
El ataque de este jueves representa un claro giro en la política estadounidense hacia Siria. Hace apenas una semana, altos funcionarios estadounidenses, incluyendo la embajadora ante la ONU, habían declarado que la salida de al Asad del poder no estaba entre las "prioridades" de Washington.