Eduardo Guerrero desmenuza las repercusiones de la “guerra contra el narco”
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Guadalajara, Jalisco.

La actual estructura de mercado del narcotráfico en México es oligopólica, donde existen dos organizaciones grandes: el cártel de Sinaloa y el cártel Jalisco Nueva Generación, que buscan absorber entre 250 y 300 organizaciones pequeñas y medianas, y éstas buscan independizarse de las grandes. Así lo explicó el especialista en seguridad pública, Eduardo Guerrero, en el programa "Conversaciones con Mauricio Merino", transmitido por Canal 44 de la Universidad de Guadalajara.

Advirtió que esta dinámica genera una gran inestabilidad y una violencia crónica en ese mercado ilegal.

"Desgraciadamente esto ya ha evolucionado a ser un problema nacional. Lugares tranquilos como Campeche, como Querétaro, ya están ahorita contagiados de la violencia y están registrando en los últimos años tasas muy alarmantes del homicidio".

Eduardo Guerrero fue uno de los principales críticos de la "guerra contra el narcotráfico" de Felipe Calderón, con la que se desató la espiral de violencia que todavía hoy sacude al país.

En "Conversaciones con Mauricio Merino", el especialista recordó que su principal falla fue medir el éxito con la captura de más de 30 capos sin prever sus consecuencias: fragmentación de los cárteles, dispersión de la violencia y diversificación del crimen organizado.

Guerrero planteó que el actual Gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene otra fallida estrategia con "abrazos y no balazos".

"Las Fuerzas Armadas los están dejando hacer en ciertas zonas rurales y solo están custodiando algunas instalaciones que consideran estratégicas, unos centros urbanos densamente poblados, y esto ha sido aprovechado por el crimen organizado para expandirse y para inaugurar nuevos negocios en estas zonas rurales. Por ejemplo, ahorita tenemos un problema grave en Chiapas, en Los Altos y en la Selva Lacandona, que está un tanto abandonada. Está empezando a haber disputas entre grupos para extorsionar".

El especialista en seguridad pública expuso que el poder del crimen organizado se ha expandido a la política, y como muestra de ello está el incremento de 75 % de las agresiones a candidatos en el pasado proceso electoral, con lo que buscan "meter a raya" a las siguientes autoridades.


Georgina Iliana García Solís