Guadalajara, Jalisco.

Diabetes, desnutrición infantil, y la migración a estados vecinos para trabajar en campos agrícolas, son factores de riesgo entre la población wixárika del norte de Jalisco.

Durante el Webinar organizado por la UdeG denominado “Impactos del Covid en la comunidad Wixárika”, Pascual Felix Hernández, licenciado en enfermería y estudiante de la Maestría en Salud Pública en el Centro Universitario del Norte, enumeró los factores de morbilidad que predisponen a la población wixarika.

“Siendo de mayor prevalencia en la población wixarika la diabetes, desnutrición infantil y enfermedades respiratorias en enfermedades mayores de 60 años debido a la exposición continua al carbón y leña al momento de cocinar los alimentos. Son algunos de muchos factores que predisponen a la población wixarika a padecer COVID19. Más aún así, aparentemente no se han reportado casos todavía por morbilidad o mortalidad del SARS-COV-2".

Otro factor es la migración, pues los wixarikas salen a estados vecinos como Durango, Michoacán, Zacatecas y Nayarit a laborar en campos agrícolas y cuando vuelven a sus comunidades, probablemente ya están infectados.

El maestro Gabriel Pacheco Salvador, Investigador de la UdeG, dio que en la pandemia del COVID19 no se ha tomado en cuenta que esta cultura privilegia la comunicación oral y no los carteles o volantes.

“Que la escritura que se emplea no es uniforme, ya que la escritura apareció (en esta cultura) hace cosa de 25 años y apenas se está implementando y para que llegue realmente esta escritura a las comunidades de manera estándar, no se ha podido conseguir. Lo que esté escrito en lengua wixarika, cuesta mucho digerir esta escritura. El pueblo wixarika se ha sabido guiar más a través de la oralidad, esa es la forma en que mejor se ha dado entender”, indicó Pacheco Salvador.

Lo adecuado, dijo es que la información se le de a los líderes de la comunidad para que de acuerdo a las tradiciones, estos sean los que la comuniquen.

La comunidad wixarika en Jalisco alcanza a más de 50 mil personas, distribuidas en cien comunidades y también con presencia en la Zona Metropolitana de Guadalajara y son un sector vulnerable.