Londres, Reino Unido.
La Corte Suprema de Londres comenzó a examinar el lunes el caso de Shamima Begum para decidir si esta joven que se unió a la organización yihadista Estado Islámico (EI) puede regresar al Reino Unido para apelar la retirada de su nacionalidad británica.
Begum, que ahora tiene 21 años, se marchó a Siria siendo adolescente en 2015 con dos compañeras de clase.
Se encuentra actualmente en un campo de refugiados en ese país donde con 15 años se casó con un simpatizante del EI de origen holandés y ocho años mayor que ella.
Las autoridades británicas le quitaron la nacionalidad en febrero de 2019, alegando cuestiones de seguridad y Begum podía solicitar otro pasaporte debido al origen bangladesí de sus padres.
Sin embargo, Bangladés afirmó que la joven nunca solicitó la ciudadanía y se negó a aceptarla.
Su regreso al Reino Unido presentaría "una amenaza a la seguridad nacional", argumentó el lunes el abogado del ministerio del Interior, James Eadie, en el primero de los dos días de audiencias.
"No es justificable ni apropiado (...) exponer al público a un mayor riesgo de terrorismo", añadió.
Eadie recordó una entrevista que la joven concedió al periódico The Times en febrero de 2019 en la que dijo que no se arrepentía, asegurando que había llevado una vida "normal" en Siria y que no le había "perturbado en absoluto" ver una cabeza cortada en un cubo de basura.
A mediados de julio, Begum obtuvo una victoria histórica cuando el Tribunal de Apelación británico dictaminó que el regreso al Reino Unido era la única "manera justa y equitativa" de impugnar la decisión de las autoridades de privarla de su nacionalidad británica.
Fue decisión justificada, afirmó el lunes su abogado, Lord Pannick.
Pero dos semanas más tarde, se permitió al gobierno apelar a la Corte Suprema.
La falta de arrepentimiento expresada por Begum cuando manifestó su deseo de regresar al Reino Unido conmocionó a la opinión pública británica, marcada por una serie de atentados perpetrados en 2017 y reivindicados por la EI.
Tras huir con su marido -actualmente recluido en una prisión kurda- de los combates en el este de Siria, Begum se encontró en febrero de 2019 en un campamento de refugiados sirios, donde dio a luz a un bebé que murió a las pocas semanas de nacer. Sus dos hijos anteriores, nacidos mientras estaba en Siria, también murieron.