Guadalajara, Jalisco.

Pasaba de las 11 de la mañana cuando Christian Rodríguez, chofer de la ruta 368 salió de la gasolinera dispuesto a hacer su última vuelta del día. Esa parada técnica provocó que llevara poco pasaje; solo una mujer y un par de jóvenes que abordarían después.

Momentos antes, en otro punto, Alejandro Ayala, de 19 años había salido del Centro Universitario de Tonalá rumbo a su casa. Al descender de una unidad de transporte en la parada ubicada en Misión del Acueducto fue atacado por tres hombres quienes intentaron asaltarlo, sin embargo, ante la mirada de quienes esperaban el camión y de vehículos que circulaban, los maleantes desistieron no sin antes lesionarlo en el brazo con el filo de una navaja. Fue en ese momento donde las vidas de Christian y Alejandro se cruzaron.

Christian bajó de su unidad llevando el botiquín de primeros auxilios, con él logró ayudar a hacer un torniquete para detener la sangre de Alejandro que a simple vista parecía desmayarse en cualquier momento, por lo que cada segundo era importante. Fue así que el conductor tomó la decisión.

Ya a bordo, el otro pasajero ayudaba a mantener el torniquete de Alejandro, la mujer hacía el reporte a los números de emergencia, mientras que Christian conducía y pensaba

Llegaron al puesto de socorro donde atendieron al estudiante de CUTonalá. Mientras tanto Christian como quienes apoyaron a Alejandro hablaban con elementos de la policía hasta cerciorarse que el joven estuviera fuera de peligro.

En la ciudad existen héroes a los que pocos reconocen, aquellos que no llevan una capa sino que se encuentran detrás de un volante, cubriendo una ruta.