Naciones Unidas.
Siria dijo hoy ante el Consejo de Seguridad de la ONU que los bombardeos estadounidenses del pasado 2 de febrero dejaron 37 muertos "civiles y militares", además de 34 heridos.
Según dijo hoy su representante en un debate requerido por Rusia para tratar los ataques de Estados Unidos contra grupos proiraníes en suelo sirio e iraquí.
Esos ataques causaron además la destrucción de varios edificios civiles, una escuela, numerosos vehículos e incluso daños en el sitio arqueológico de la ciudadela de Agrabah, dijo su embajador Koussay Aidahak.
Por su parte, el representante de la misión iraquí, Abbas Al-Fatlawi, dijo que en su país habían sido "decenas" los muertos en los bombardeos contra grupos aliados de la Resistencia Islámica, un grupo supuestamente apadrinado por Irán, pero no dio más precisiones.
El representante sirio, que utilizó un tono mucho más agresivo que el iraquí, dijo que su territorio "y la sangre de su pueblo sirvieron de plataforma para la campaña electoral americana", en referencia a las elecciones estadounidenses del próximo otoño.
La misma idea fue expresada por el embajador ruso, Vasili Nebenzia, quien vio en esos ataques "un intento de mostrar músculo en clave política interna para justificar y salvar la imagen de la actual Administración estadounidense en el ruedo internacional a la luz de la próxima campaña electoral".
- Nebenzia, como su colega chino Zhang Jun, insistió en que el ataque estadounidense no está justificado y que, en lugar de solucionar un conflicto, no hace sino echar leña al fuego en una región ya de por sí muy tensa, y ambos reiteraron que el ataque estadounidense supone una violación de la integridad territorial de ambos países.
- Además, coincidieron en que "la causa de raíz" de todo lo que sucede en Oriente Medio en este momento es el conflicto palestino, y reclamaron a EEUU que apoye de una vez el alto el fuego en Gaza -ha vetado dos resoluciones del Consejo de Seguridad al respecto- como la solución de base para todos los problemas regionales.
En su turno de palabra, el embajador adjunto Robert Wood defendió sus ataques contra las milicias proiraníes como "necesarios y proporcionados" en aplicación del artículo 51 de la ONU, pues aseguró que esas milicias proiraníes han atacado 165 veces a los soldados estadounidenses en la zona desde el pasado 18 de octubre.
"Vamos a continuar ejerciendo nuestro derecho a la autodefensa en el lugar y el momento de nuestra elección, y vamos a hacer que Irán y sus aliados sean responsables por sus acciones desestabilizadoras", concluyó Wood.
El último en intervenir fue el representante de Irán, Saeed Iravani, quien desligó a su país de la actividad de esos grupos que operan en Irak y Siria y que según EEUU y el Reino Unido son satélites suyos.
"Los grupos de la resistencia en la región son independientes y sus decisiones y actos están motivados por la legítima aspiración según la ley internacional de acabar con la presencia de Estados Unidos en sus territorios (...) Cualquier intento de atribuir sus actos a Irán es engañoso e inaceptable. Irán ni tiene presencia militar en Irak ni tampoco bases ni consejeros militares en Siria salvo los que invita oficialmente el gobierno sirio", afirmó.