Bolsonaro anuncia subsidios para informales y autónomos por el COVID-19
Fotografía: Xinhua




Brasilia, Brasil.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, anunció este miércoles nuevas medidas para contener el efecto social del coronavirus, dirigidas a trabajadores informales y autónomos, que recibirán subsidios oficiales durante cuatro meses.

Bolsonaro, en una inusual rueda de prensa junto a varios miembros de su gabinete, todos con mascarillas, como el propio mandatario, subrayó que esas nuevas medidas están movidas por un "sentimiento humanitario" en favor de quienes más pueden sufrir las consecuencias de la pandemia.

El ministro de Hacienda, Paulo Guedes, precisó que el valor será de unos 200 reales (40 dólares) mensuales y beneficiará a unas 18 millones de familias, que se mantienen gracias al empleo informal o autónomo.

El valor será equivalente al que se distribuye actualmente con el llamado Bolsa Familia, programa creado en 2004, durante la gestión del progresista Luiz Inácio Lula da Silva, y que hoy atiende a unas 14 millones de familias pobres y bajo cuyo paraguas están muchos de los 12 millones de desempleados que tiene el país.

Los nuevos subsidios comenzarán ser distribuidos este mismo mes y se mantendrán al menos hasta julio, cuando se considera que Brasil estará en pleno pico de la pandemia, aunque Guedes aclaró que luego podrían ser prorrogados, según la situación sanitaria, social y económica del país.

DECLARACIÓN DE "CALAMIDAD PÚBLICA"

Bolsonaro también instó al Parlamento a aprobar con celeridad la declaración de "estado de calamidad pública" nacional, propuesta este mismo miércoles y que dará mayor libertad al Gobierno en el manejo de los presupuestos.

La medida, que requiere de la previa aprobación de las cámaras de Diputados y del Senado, liberaría al Gobierno de la obligación de cumplir con la meta fiscal prevista para este año, que propone un déficit de 124 mil millones de reales (unos 24 mil 800 millones de dólares), equivalente al 1.5 % del Producto Interno Bruto (PIB).

Sin embargo, según aclaró el Ministerio de Economía, el "estado de calamidad pública" no eximirá al Ejecutivo de atenerse a una ley aprobada en 2017, que limita el aumento del gasto público anual a la tasa de inflación del ejercicio inmediatamente anterior, que para el caso fue del 4.31 %.

"Lo que buscamos es alargar el plazo de aquellos que por ventura contraigan el virus", dijo el mandatario, quien reconoció que la sanidad pública brasileña "no tiene condiciones de acoger a una considerable número de infectados" y debe ser reforzada.

LA "TRAVESÍA DEL EVEREST"

El ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, comparó lo que viene en Brasil con una "travesía para atravesar el Everest" y aseguró que la completará la enorme mayoría de los brasileños, en la medida en que se acaten las medidas de prevención.

"La mayoría de los países comenzaron a perder pacientes al llegar a los 80 casos", dijo el ministro, y subrayó que la primera muerte en Brasil se registró con unos 300 pacientes confirmados.

Mandetta indicó que el país contará en los próximos meses con un millón de pruebas contra el coronavirus de producción nacional, pero agregó que ese número aumentará con adquisiciones en el exterior.

También anunció que se impulsará la telemedicina, a fin de que muchos pacientes sean atendidos a distancia, lo cual aliviará la sobrecarga que se prevé en la salud pública.

LAS PROTESTAS Y LA "HISTERIA"

En la rueda de prensa, Bolsonaro reiteró su opinión de que se ha generado una cierta "histeria" en torno a la pandemia y dijo que su "obligación es llevar la verdad a todos los brasileños", aunque sin causar "pánico".

"Es grave, pero no podemos caer en la histeria. Tenemos que llevar paz y tranquilidad a todos, sin desconocer lo que se está aproximando. Es grave, es preocupante, pero no llega al grado de histeria o conmoción nacional", declaró.

Asimismo, se refirió a unas caceroladas ocurridas la víspera y que se repetirán esta noche, en protesta contra su gestión de la crisis sanitaria y en las que incluso se pidió su destitución.

"Parece un movimiento espontáneo de parte de la población", dijo el mandatario, quien advirtió de que en las redes sociales también se convoca para esta noche una cacerolada en favor del Gobierno. "Cualquier manifestación popular es una manifestación pura de la democracia", sentenció.