Washington, Estados Unidos
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió este martes combatir el "feroz" auge del antisemitismo, en un discurso por el Día de la Memoria, en medio de manifestaciones propalestinas en las universidades estadounidenses contra la guerra en Gaza.
Biden, que ha respaldado a Israel desde el inicio del conflicto bélico, lamentó que demasiadas personas parecen haber olvidado que fue el movimiento islamista Hamás el que "detonó este terror" con el ataque que lanzó contra Israel el 7 de octubre.
"Yo no lo he olvidado, tampoco ustedes. No lo olvidaremos", sostuvo Biden en la ceremonia organizada en el Capitolio por el Museo del Holocausto.
"Hemos visto un auge feroz del antisemitismo en Estados Unidos y alrededor del mundo", señaló el presidente, quien se refirió también a los campus universitarios de Estados Unidos, escenario desde hace semanas de protestas propalestinas disueltas en muchas ocasiones por la policía antidisturbios.
"No hay cabida en ninguna universidad de Estados Unidos, en ningún lugar de Estados Unidos, para el antisemitismo o el discurso de odio o la violencia de cualquier tipo", enfatizó.
"Contaminados"
Estudiantes judíos han denunciado un aumento del antisemistismo desde el ataque de Hamás a Israel, y el presidente israelí, Isaac Herzog, estimó la semana pasada que los campus estadounidenses estaban "contaminados" por el odio.
Pero los manifestantes niegan ser antisemitas y en cambio critican que se presta poca atención al supuesto acoso contra estudiantes musulmanes y palestinos.
La policía ha tenido que desmantelar campamentos, incluso en la prestigiosa Universidad de Columbia, epicentro de las manifestaciones, que canceló el lunes su principal ceremonia de graduación. Alegó motivos de seguridad.
Los estudiantes han criticado lo que consideran una respuesta de mano dura.
Biden, que aspira a la reelección en las elecciones de noviembre, ha sido criticado por republicanos y demócratas por guardar silencio durante días sobre el asunto.
Su discurso fue pronunciado poco después de que Israel tomara el control de un cruce clave en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, pese a las advertencias de Washington, y en medio de difíciles negociaciones para una tregua en el conflicto y la liberación de rehenes en poder de Hamás.
La Casa Blanca anunció iniciativas para frenar el antisemitismo en los campus, como directrices del Departamento de Educación para identificar la discriminación antisemita y otras formas de odio, y convocar a empresas tecnológicas para debatir cómo hacer frente a los contenidos antisemitas.
Biden también habló de antisemitismo en una llamada telefónica con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el lunes, durante la cual presionó para que Israel no invadiera Rafah, según la Casa Blanca.
Los dos dirigentes abordaron el "compromiso compartido" de Israel y Estados Unidos de recordar a los seis millones de judíos asesinados durante el Holocausto por la Alemania nazi "y de actuar enérgicamente contra el antisemitismo y todas las formas de violencia alimentadas por el odio", añadió.
"Orden"
Tras guardar silencio sobre las protestas, Biden insistió la semana pasada en un discurso televisado en que "el orden debe prevalecer" y que "no hay cabida en Estados Unidos para el antisemitismo".
El gobierno de Biden es blanco de las críticas.
Los republicanos le acusan de ser blando con lo que consideran un movimiento con motivaciones antisemitas, mientras que los manifestantes aseguran que sus detractores confunden las críticas a Israel con prejuicios contra los judíos.
También se ve sometido a presiones por su apoyo militar y diplomático a Israel a medida que aumenta el número de muertos en Gaza.
El 7 de octubre comandos islamistas se infiltraron en el sur de Israel y mataron a unas 1.170 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales. Entre los muertos había más de 300 militares.
También secuestraron a 250 personas, de las que 128 continúan en la Franja de Gaza, según el ejército israelí, que estima que 35 fallecieron.
- La ofensiva de represalia israelí en Gaza ha dejado 34.789 muertos, principalmente civiles, según el Ministerio de Salud de este territorio gobernado desde 2007 por Hamás.