Lima, Perú.

Un ciudadano holandés que enfrentaba una solicitud de extradición de su país fue asesinado en un paseo peatonal de un distrito turístico de Lima, aparentemente por un "ajuste de cuentas" entre criminales, informaron el martes las autoridades.

Dos sujetos a bordo de una motocicleta mataron a tiros el lunes en la noche al holandés Robert Milat en la calle Tarata del distrito de Miraflores, un pequeño paseo peatonal de restaurantes y bancos famoso por haber sido escenario en julio de 1992 de un mortal atentado con coche-bomba de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso.

"Bajó uno de ellos (de la moto) y disparó varios impactos de bala con un arma de fuego contra el ciudadano holandés Robert Milat, de 51 años, causándole la muerte en el acto, para luego huir ambos con rumbo desconocido", dijo la Policía en un comunicado.

El holandés, que fue acribillado frente al edificio donde vivía, iba acompañado por un amigo y vecino búlgaro, señaló la policía.

"El suceso se trataría de un ajuste de cuentas" entre criminales, expresó la Municipalidad de Miraflores, pues el holandés había estado preso en Perú por tráfico de drogas y enfrentaba un pedido de extradición de Holanda.

"De acuerdo a las primeras informaciones, esta persona habría purgado condena en el penal Sarita Colonia", dijo la Municipalidad de Miraflores en un comunicado.

El gobierno peruano había aprobado el 22 marzo de 2017 una solicitud de la Fiscalía Nacional de Holanda para extraditar a Milat por "actos contrarios a la Ley Holandesa de Estupefacientes".

La resolución que aprobaba la extradición fue firmada por el entonces presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski y sus ministros de Relaciones Exteriores, Ricardo Luna, y de Justicia, María Soledad Pérez. Sin embargo, Milat continuaba libre en Perú mientras la justicia local tramitaba los engorrosos procedimientos de extradición.

El crimen del holandés causó conmoción entre turistas y residentes de Miraflores, pues éste es considerado uno de los distritos "más seguros" de la capital peruana.

La inseguridad es la principal preocupación de los peruanos, según diversos estudios y sondeos.