Caracas, Venezuela.
Una mayoría de países de América Latina boicoteó este jueves la investidura presidencial de Nicolás Maduro en Venezuela, acusándolo de "dictador", mientras un puñado de presidentes aliados asistió y otros gobiernos enviaron representantes de menor nivel.
- El boicot internacional -
Trece de los catorce países del Grupo de Lima, apoyados por Estados Unidos y la Unión Europea (UE), boicotearon la ceremonia. México fue la excepción.
Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía pidieron en vano a Maduro la semana pasada abstenerse de asumir el poder, al desconocerlo por considerar que el nuevo mandato es producto de elecciones ilegítimas, aunque se abstuvieron de romper relaciones.
La víspera, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, quien tampoco mandó delegados, comentó en Quito que "la protección internacional de los derechos humanos es una obligación legal y ética, no es una intervención en asuntos internos de otros países".
El presidente chileno, Sebastián Piñera, estimó que "en Venezuela hoy existe una dictadura", por lo que hay "preocupación en el mundo".
El consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, anunció en tanto este jueves que Washington incrementará su "presión sobre el régimen corrupto" de Maduro, mientras la UE lamentó que el mandatario hubiera ignorado los llamados de la comunidad internacional a celebrar nuevos comicios.
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- Los aliados -
Evo Morales (Bolivia), Miguel Díaz-Canel (Cuba), Salvador Sánchez (El Salvador) y Daniel Ortega (Nicaragua) asistieron a la ceremonia en solidaridad con Maduro y en rechazo a lo que consideran una política intervencionista dirigida por Estados Unidos.
"Hermanos de lucha, hermanos de sueños", escribió Díaz-Canel al difundir en Twitter una foto suya junto con Maduro, Morales y Sánchez, todos con el puño izquierdo en alto.
México envió a su encargado de negocios en Caracas, Juan Manuel Nungaray, en representación del gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que desde su llegada al poder en diciembre pasado cambió completamente la postura diplomática de ese país frente a Venezuela.
Uruguay fue representado por José Luis Remedi, diplomático de su embajada en Caracas.
El gobierno de Tabaré Vázquez (Frente Amplio, coalición de izquierdas) consideró que "asume un presidente" en Venezuela, donde "hubo elecciones" y "la oposición no se presentó".
Los principales partidos de la oposición boicotearon las votaciones del pasado 20 de mayo, en las que fue reelegido Maduro, denunciándolas como un fraude.
De otras regiones del mundo, China, Rusia, Turquía e Irán también mandaron delegados. Chinos y rusos son los principales acreedores de deuda venezolana.
En la lista de mandatarios asistentes aparece Anatoli Bibilov, presidente de Osetia del Sur, un territorio en Georgia que no es reconocido como país por la mayor parte de la comunidad internacional.