Jost, Afganistán.
Al menos 29 personas murieron y 81 resultaron heridas este viernes en un doble atentado suicida en Afganistán llevado a cabo por atacantes que entraron disfrazados bajo burkas en una mezquita chiita.
El ataque tuvo lugar "en la ciudad de Gardez, en la provincia de Paktia" dijo a la AFP el general Raz Mohamad Mandozai, el jefe de la policía en esta provincia cercana a Pakistán.
"Los asaltantes eran efectivamente hombres, llevaban burkas para disimular sus chalecos con explosivos y sus armas automáticas", informó el general.
"Todas las víctimas son peregrinos que vinieron para la oración del viernes en el momento en que fueron abatidos", añadió el jefe de la policía.
No es la primera vez que los kamikazes realizan atentados disfrazados con burkas en Afganistán, ya que las mujeres raramente son cacheadas.
El portavoz del gobernador de Paktia, Abdulá Hasrat, también confirmó el balance.
Las fuerzas de seguridad establecieron un cordón de seguridad alrededor de la mezquita, informó Khan Ahmadzai.
El atentado se produjo al principio de la oración, poco antes de las 13H30 (09H00 GMT), según el portavoz del gobernador. Antes de hacer estallar sus cargas, los kamikazes dispararon contra los fieles.
"Nunca había sido testigo de una explosión así", explicó un vecino de la mezquita, Sayed Naimatullah, a la AFP.
- Aumento de la violencia -
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Aunque el atentado no fue reivindicado, desde hace dos años la minoría chiita de Afganistán es blanco de ataques reivindicados o atribuidos al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
En julio, un atentado suicida del EI cerca del aeropuerto internacional de la capital, Kabul, provocó 23 muertos, entre los que se encontraba Mohammad Akhtar, un chófer de la AFP.
Al menos 1.692 civiles afganos murieron a causa de atentados durante los seis primeros meses de 2018, lo que convierte al primer semestre del año en el más mortífero desde 2009, según un informe de la ONU.
Unas 3.430 personas resultaron heridas en los ataques del EI y de los talibanes, según ese mismo informe.
En cambio, los talibanes, que negocian un acuerdo de paz con el gobierno afgano, anunciaron en julio que no realizarán más atentados en ciudades si no pueden evitar las víctimas civiles.
Tras haber sufrido una sucesión de derrotas, el EI afronta en Afganistán la doble presión de los talibanes en el norte y del ejército afgano, con el apoyo de las tropas estadounidenses, en el norte y en la provincia oriental de Nangarhar, ensangrentada por una ola de atentados durante los últimos meses.
Más de 150 combatientes del EI se rindieron a las fuerzas afganas a principios de esta semana en la provincia de Jawzjan, en el norte de país.
La provincia montañosa de Paktia, poblada mayoritariamente por pastunes y otras tribus, es un territorio de difícil acceso, cercano a la frontera con Pakistán que los talibanes cruzan constantemente.