Washington, Estados Unidos.
Al menos 105 civiles murieron en marzo en un ataque estadounidense en Mosul, la segunda ciudad de Irak y último gran bastión del grupo Estado Islámico (EI) en ese país, reconoció el jueves el Pentágono.
El informe de investigación de las fuerzas armadas estadounidenses sobre el bombardeo del 17 de marzo atribuyó, sin embargo, la mayor parte de la culpa a los yihadistas del EI, afirmando que ellos habían colocado una gran cantidad de explosivos en el inmueble blanco del ataque estadounidense.
En total, murieron 101 civiles que estaban dentro del inmueble y otros cuatro en sus proximidades.
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