Activistas protestan ante la embajada de China en Seúl por la repatriación de norcoreanos
Protesta por la repatriación forzosa de norcoreanos huidos de su país ante la embajada de China en Seúl. EFE/EPA/JEON HEON-KYUN




Seúl.

Representantes de varias organizaciones civiles protestaron hoy ante la embajada de China en Seúl por la repatriación forzosa de norcoreanos huidos de su país que el Gobierno de Pekín ha retomado después de que Corea del Norte pusiera fin a su estricta política de cierre fronterizo activada por la pandemia.

Decenas de miembros de organizaciones como la Asociación Nacional de Familias de Acogida se dieron hoy cita en un concurrido cruce del barrio de Myeongdong de la capital surcoreana, apenas a un centenar de metros de donde se encuentra la embajada de la República Popular de China, para exhibir su enfado por la decisión de seguir adelante con las repatriaciones de norcoreanos.

Luciendo carteles en coreano, chino e inglés con mensajes como "China debería detener la repatriación forzosa de desertores norcoreanos", "¡Basta de repatriaciones forzosas!" o "El Gobierno chino debe respetar los derechos humanos de los desertores norcoreanos", los activistas se reunieron bajo la ligera llovizna que cayó hoy en Seúl para mostrar su repulsa por las repatriaciones más recientes.

Organizaciones de derechos humanos en Corea del Sur han denunciado en los últimos días que China repatrió a unos 260 norcoreanos que halló en situación ilegal en su territorio a finales de abril.

Después de que Corea del Norte, que cerró a cal y canto sus fronteras durante más de tres años debido a la pandemia, relajara sus controles fronterizos, muchos activistas han denunciado el reinicio de las repatriaciones por parte de Pekín desde el pasado octubre.

Muchos activistas creen que las autoridades chinas podrían haber devuelto desde entonces a unos 3.000 norcoreanos a su país, donde encaran un encarcelamiento al que no todos logran sobrevivir.

  • Al no poder cruzar la militarizada frontera que separa a las dos Coreas, la mayoría de norcoreanos que huye de su país cruza los ríos Amnok o Tumen para llegar a China.

Los que optan por no permanecer en China y ser acogidos por Corea del Sur tratan de alcanzar primero un tercer país -principalmente Tailandia- donde piden asilo a través de embajadas y consulados surcoreanos (algo que no pueden hacer en los que están en suelo chino).

Sin embargo, China, de cara a evitar posibles migraciones masivas, considera a todos los norcoreanos que se encuentran ilegalmente en su territorio como “migrantes económicos” y los devuelve a su país cuando los detiene.