En desprotección, mujeres de la tercera edad




Por Tatiana Sánchez

¿Qué significa ser mujer?

“Lo más grande, el ser más grande que hay”.

“Algo muy bonito, un orgullo, una belleza, una maravilla ser mujer”.

“Ser mujer significa todo, primeramente ser madre, hija, esposa… todo”.

“Ser mujer es ser mamá, tener a mis hijos, es lo que para mí significa, ser lo mejor”.

“Una cosa muy grande, simplemente por la dicha de dar vida a un ser y por el hecho de que uno como mujer es más sensible, más sociable”.

Mujeres de la tercera edad en el acontecer actual

Para hablar de las mujeres adultas mayores o de la tercera edad, en el contexto actual, es necesario hablar de desigualdad, discriminación y falta de oportunidades para vivir una vejez digna. Esto, según lo indica Carmen Quevedo Marín, psicóloga del Centro Universitario de los Lagos.

La falta de prestaciones y de seguridad social en muchos casos hace que las mujeres mayores se encuentren desprotegidas, a pesar de contar con la compañía de sus hijos o familiares.

“En general el contexto en nuestro país es muy desfavorable para vivir una vejez de forma adecuada, sana y sin preocupaciones. La desigualdad que se vive en nuestra sociedad el empobrecimiento y la discriminación de la que somos objeto las mujeres se agudizan en la tercera edad. Las diferencias culturales, sociales, económicas, se ve más en ellas, ya que  ni siquiera pueden cubrir las necesidades básicas, como una adecuada nutrición, una vivienda digna, derecho a la salud, a la seguridad y la recreación. Las causas son múltiples, por ejemplo, se quedan solas, viudas, y muchas de ellas al no haber sido independientes y autosuficientes económicamente, se quedan sin siquiera una pensión que las ampare, ni les dé seguridad social”.

Esta desigualdad en la que ven inmersas las mujeres de la tercera edad, propicia que cada día más y más mujeres continúen trabajando después de los 60, 65, 70 años, olvidándose de que llevan en sus hombros más de 40 años de trabajo, sin remuneración por parte de la sociedad a la que tanto han aportado.

Optimismo ante la desigualdad

Pero hay que decir, a pesar de que las condiciones económicas y de salud están muy por debajo de las necesidades de mujeres mayores, cientos de miles de mujeres de la tercera edad intentan salir adelante desempeñándose en distintos roles: como hijas, madres, esposas, abuelas, amigas, en algunos casos logrando sentirse plenas de distintas maneras, tal como lo explica Quevedo Marín:

Para algunas la plenitud podría ser estar en casa, escuchar música, salir con los amigos y platicar. Pero para otras que siguen siendo muy productivas, mantenerse útiles es esta plenitud, para algunas significará sentirse felices de estar cuidado a los nietos pero no como una obligación, sino como parte de esa realización. Va a depender realmente de cada persona el qué significaría vivir en plenitud, algunos es cuando se dan la oportunidad de retomar estudios”.

Quevedo Marín también comparte que si bien es cierto que la plenitud puede ser experimentada de distintas maneras, lo más importante para las mujeres en todas las etapas de la vida es preguntarse ¿Quiénes somos?, ¿Qué queremos para ser felices? y conservarlo siempre como una meta, pues de eso dependerá que podamos lograrlo. Todo ello, sin olvidar que se debe luchar para mejorar las condiciones sociales de todos.