Por Luz Atilano

Desde 2010, durante la administración presidida por José Brizuela, inició la gestión para la construcción de un pozo para abastecimiento de agua a cuatro comunidades de la zona norte del municipio: Loma de San Antonio, San José de la Luz, Salto de las Yeguas y Periférico de San Cristóbal. Un proyecto planteado para beneficio de al menos 120 viviendas y cerca de 600 habitantes.

8 años de incertidumbre

Sin embargo, con un avance lento y pese a su perforación en 2015 y su inauguración oficial en marzo de 2017, la obra ha pasado ya por tres administraciones sin poder concluirse al 100%; lo que ha significado 8 años en los que las comunidades aludidas continúan enfrentándose a las mismas dificultades de siempre para la obtención del vital líquido y realizar sus actividades diarias, humanas y del campo.

Esto es lo que al respecto comparte el señor Mario, habitante de la zona:

“En 2017 fue cuando se electrificó, ya está electrificado… nada más que está sin funcionar porque le falta la certificación al pozo y ahí está parado. Bueno, normalmente la preocupación de nosotros es la necesidad que tenemos del servicio del agua… y la preocupación es que la bomba ya tiene tres años en el pozo y no está funcionando, o sea que no está trabajando… y pues ese material a lo mejor al rato no va a servir, se va a echar a perder la bomba porque el pozo no está trabajando”.

Desde junio de 2017, falta libranza de la CFE

La última declaración oficial que este espacio informativo obtuvo sobre el caso fue de voz del secretario de Obras Públicas y Recursos Hidráulicos, Javier Ramírez Salas, quien desde inicios de junio del año pasado informó que sólo hacía falta la libranza de la Comisión Federal de Electricidad para el funcionamiento del pozo.

No obstante, ha pasado ya poco más de un año y la Comisión continúa sin emitir resolución alguna. Por el contrario, al verificar la situación se han percatado de posibles inconsistencias:

“Hace un buen ratillo, va a hacer como un año, que hablé con el contratista y él me decía que estaba todo arreglado, que estaba todo pagado, que ya todo arreglado y que era cosa de comisión. Me dio por ahí los datos y fui yo a las instalaciones de la Comisión a Aguascalientes, pero la obra no aparecía… entonces yo les comuniqué aquí en la asamblea del pozo y fuimos al Ayuntamiento. […] (Ahí) un licenciado que el mismo señor presidente asignó por ahí para que viera el caso a nosotros nos comentó que no es cierto, que la obra no está registrada porque les quedó mal el contratista y puede ser que no… pues (dijo) que no sabía realmente pero que como que hicieron mal uso tanto de los datos como del presupuesto. No sé, algo de eso nos comentó… Entonces nosotros no sabemos la realidad, de por qué motivos no nos salió eso de la certificación”.

Mientras este asunto se vuelve uno más de los entorpecidos por los trámites burocráticos, e incluso mientras son testigos de certificaciones de pozos en otros puntos del área rural, el servicio de agua potable sólo llega a estas cuatro comunidades de la zona norte por medio de pipas que el Ayuntamiento les hace llegar. Algo que, comenta el señor Mario, si bien agradecen no es suficiente para solventar por completo sus necesidades.

Con dos meses restantes, todo parece indicar que la Administración 2015-2018 culminará sin que el problema se resuelva.