Altos Norte, entre las regiones más afectadas en materia de seguridad y derechos humanos




Por Luz Atilano

No puede hablarse de seguridad pública si no se habla de derechos humanos, pues como lo avalan varios tratados internacionales, desde luego la primera implica el respeto de los segundos. Aspecto en el que el actual gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz, quedó en deuda sobre todo para la región Altos Norte.

Así lo explica el doctor Alfredo Sánchez Ortiz, profesor investigador del Departamento de Ciencias Sociales y Desarrollo Económico del Centro Universitario de los Lagos, quien considera que a nivel estatal este sexenio no logró connotar el concepto  de seguridad pública más allá de lo referente al orden público.

“Considero que se quedó en el pasado al tener, por un lado, el orden público entendiéndolo como seguridad pública, y desfasando la cuestión de los derechos humanos. Vemos que hay un divorcio entre ellos, entonces es una cuestión no incluida, no superada… insisto, cuando hablamos de seguridad pública, es hablar del respeto a los derechos humanos, ¿y en qué consiste esto?, (en) que no se logró precisamente en este sexenio, en estos cinco años o este periodo que tiene gobernando (Aristóteles Sandoval), no logró profesionalizar las policías… vemos que hay una carencia precisamente en la formación policial, el ciudadano no se siente seguro ante las policías, y menos ante las policías estatales”, señala.

Y es que, esta desconfianza de la población hacia las corporaciones policiacas se debe no sólo a la falta de seguridad generalizada en todo el estado, también a que son precisamente éstas las principales violadoras de derechos humanos: en Altos Norte, desde hace por lo menos dos años la Fuerza Única Regional encabeza la lista de quejas emitidas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco.

Como explica Sánchez Ortiz, mucho de ello se debe a la falta de profesionalización de las corporaciones, una asignatura que quedará pendiente para el sucesor de Sandoval Díaz.

“Para la región de Los Altos de Jalisco, Aristóteles Sandoval sale debiendo, en este periodo que ha estado en el poder, porque hemos visto precisamente cómo se ha incrementado el nivel de víctimas, sobre todo de homicidios que se han dado en la región y sobre todo en Lagos de Moreno. Yo me estoy yendo nada más con los datos oficiales, porque no podemos irnos con datos extra oficiales porque no los hay, no hay un registro… Sabemos que hay una gran cantidad de personas desaparecidas, que hay una gran cantidad de homicidios que no se han notificado, que no están dentro de las estadísticas, y que nos llevan a suponer con cierta objetividad y con ciertos elementos  para hacer una suposición muy real de que obviamente esta región es una de las que ha sido más afectadas en el estado de Jalisco en cuanto al índice de criminalidad, pero sobre todo el índice de inseguridad en términos precisamente de homicidios”.

Recordemos que, aunque la cifra es en sí imprecisa y muy seguramente sea mayor, tan sólo en el caso de Lagos de Moreno, 2017 cerró con por lo menos 34 muertes violentas y 3 intentos de ejecuciones. Situación que sin duda ha repercutido en la percepción que la población tiene sobre la seguridad y que para el académico también implica una violación a los derechos humanos y una clara evidencia de que el estado no ha cumplido.

Por otra parte, interviene en la consolidación del nuevo sistema de justicia penal acusatorio (implementado en Jalisco desde 2015); y esto, debido a que ministerios, fiscales y corporaciones no son formados, educados y vigilados en las conductas que deben llevar a cabo. La mayor falla de Aristóteles Sandoval, concluye, es en materia de seguridad y derechos humanos.