Universitarios crean cohete supersónico con tecnología 100% mexicana
Xinhua/Francisco Cañedo




Ciudad de México, México. 

Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) crearon un cohete supersónico que utiliza tecnología 100 por ciento mexicana. Se trata de Xitle, un vehículo que funciona a través de un sistema de válvulas, sensores y actuadores que controlan un método de propulsión complejo que le permite alcanzar hasta 9 kilómetros de altura.

Es el primer cohete con motor híbrido, fabricado con fibra de carbono, coples de aluminio, una parte de fibra de vidrio y que utiliza combustible a base de óxido nitroso y parafina.

"El cohete tiene, particularmente, tres divisiones.

La división de la estructura es un cohete supersónico, esto alcanza los 1.900 kilómetros por hora, por lo cual tuvimos que diseñar un fuselaje que esté listo para alcanzar tan altas velocidades en vuelo", detalló el líder general del proyecto Propulsión UNAM, Santiago Arroyo.

Propulsión UNAM, que surgió en 2020, está integrado por un equipo de jóvenes estudiantes de distintas disciplinas interesados en las ciencias aeroespaciales. Desde hace más de una década, México ha tenido una parte activa en la exploración espacial y es uno de los máximos impulsores de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio Exterior (ALCE).

"Lo que buscamos con este proyecto es que haya un derroche tecnológico y de conocimiento, tenemos a las mejores mentes de la universidad trabajando en proyectos de este estilo y el derroche tecnológico se va a poder aprovechar en muchas otras áreas de seguridad en la industria", dijo Arroyo.

El cohete, reiteró, utiliza un motor híbrido para hacer más eficiente el uso de combustible, mientras que la fibra de carbono es lo que compone la mayor parte de la nave espacial. En cuanto a la fibra de carbono,

este material es sumamente resistente y tiene un buen comportamiento aerodinámico y de bajo peso, lo que permite al cohete tener un peso óptimo.

Los alumnos de la máxima casa de estudios de México también diseñaron y manufacturaron las antenas, la caracterización y la compatibilidad electromagnética entre los circuitos. Este diseño representa un gran salto tecnológico para el equipo, pues requiere de una variedad de:

  • Válvulas
  • Tuberías
  • Control de fluidos 
  • Y de instrumentación compleja, además del uso de normas de la American Society for Testing and Materials para el diseño de sistemas ricos en oxígeno.

Hoy en día, los universitarios trabajan para llegar al espacio, pues su próximo objetivo es manufacturar un cohete que supere los 100 kilómetros de altura, donde se ubica la línea de Kármán, la cual separa la atmósfera del espacio. "Entre mejor impulso tengamos y más eficiente, podemos seguir llegando más alto en nuestros vuelos", concluyó Arroyo.

El equipo también tiene la meta de seguir generando capital humano para que más personas se capaciten en el tema aeroespacial y puedan emprender o trabajar en la industria mexicana y llevar a México al espacio.

"Vemos que suele haber fuga de talento con otros países, por lo que el objetivo del equipo es, precisamente, demostrar que México tiene la capacidad de hacer esos proyectos y desde un lugar seguro en el que los estudiantes pueden aprender, trabajar y estar contribuyendo a este producto de vanguardia en la tecnología aeroespacial mexicana", sostuvo.

Una de las colaboradoras de Propulsión UNAM es Ximena Zepeda, estudiante de Ingeniería Espacial, quien relató su experiencia en el equipo universitario.

"Esta temporada ha sido exhaustiva, ha sido de muchísimo trabajo, muchísimas cosas que hacer, que aprender.

Creo que el equipo tiene bastante potencial, yo confío plenamente en mis compañeros, creo que son personas supercapaces que pueden resolver un montón de problemas que se nos presentaron aquí y en Nuevo México", recordó. Zepeda y sus compañeros han obtenido reconocimientos importantes en Propulsión UNAM, como el segundo lugar en el Latin American Space Challenge, el evento más grande de la región en el rubro, y el primer lugar en el Encuentro Mexicano de Ingeniería en Cohetería Experimental.

Para 2040, el Gobierno mexicano pretende contar con un centro de inteligencia espacial similar al de la NASA de Estados Unidos. Dentro de este plan, se pretende desarrollar una constelación de satélites para el desarrollo y exploración espacial, en el que participará personal mexicano altamente cualificado en su diseño y fabricación.