Pese a carencias, Universidad del Bienestar; única opción educativa para muchos en Tecolotlán
Fotografía: Gobierno de Tecolotlán




Autlán de Navarro, Jalisco. 

En Tecolotlán, municipio de la región Sierra de Amula, donde las actividades económicas primarias son la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, desde el 2019 se oferta la carrera en Ingeniería Ambiental para la Sustentabilidad, programa académico de La Universidad para el Bienestar “Benito Juárez García”.

Los primeros alumnos, que ahora están por cursar el tercer semestre, fueron recibidos sin tener listos los lineamientos de operación y evaluación, garantía de certificación de los programas académicos y sin sedes físicas para operar.

El panorama podría cambiar a finales de septiembre; fecha en que se espera concluya la primera etapa de la construcción del plantel, que contempla un auditorio, cuatro aulas, un área administrativa, dos módulos de baños y área verde, infraestructura que sería suficiente para atender al alumnado que ya forma parte de este programa educativo. La construcción en la que se han invertido un total de 5 millones de pesos, se realiza con recursos federales y municipales.

Fotografía: Gobierno de Tecolotlán

De acuerdo con Ricardo Ramírez, presidente de Tecolotlán, la Universidad del Bienestar es un proyecto a largo plazo en el que el municipio ha coadyuvado en obras complementarias, con una inversión de 1 millón 100 mil pesos en red de drenaje, agua potable, estudios preliminares de construcción, maquinaria para la excavación e instalación de biodigestores y cisternas. A finales del año se espera invertir en infraestructura vial para habilitar la calle principal que llega a la universidad, así como banquetas y alumbrado público, inexistentes hasta el momento.

“De acuerdo a la información oficial que se me ha brindado como alcalde por parte de la rectoría, este es un proyecto a largo plazo, el que se concluya la primera etapa sería de momento suficiente para que este proyecto comience a caminar con una sede en óptimas condiciones, pero será un proyecto que todavía podrá tardar desde mi propia estimación unos dos años más, el 100 % de todas sus etapas”.

El funcionamiento de esta sede, como en el caso de otras Universidades del Bienestar ha sido accidentado; los alumnos que pasarán al tercer semestre cuentan únicamente con cuatro profesores, esto luego de que uno renunciara al proyecto. Al no contar con un plantel fijo no disponen de biblioteca y sala de cómputo. Hasta el miércoles 2 de septiembre no tenían la certeza de cuando iniciarían las clases, solo se les había adelantado que ya estaba lista una de las materias que cursarán.

A pesar de esto, para muchos habitantes de Tecolotlán, y municipios circunvecinos como Tenamaxtlan, Juchitlán y Chiquilistlán, la Universidad del Bienestar es la única opción con la que cuentan para cursar educación superior, en una carrera enfocada a las necesidades de sus municipios.

Los estudiantes de este plantel tienen puntos en común; su edad promedio rebasa los 30 años, no contaron con la solvencia económica para trasladarse a otras ciudades a cursar educación superior, fueron rechazados o no pudieron concluir sus estudios al tener que estudiar, trabajar y pagar rentas y traslados.

Fotografía: Gobierno de Tecolotlán

Sobre los retos que enfrentan como estudiantes, Guadalupe Patricia García Bernal, alumna de 42 años, dijo que se han podido adaptar a las circunstancias, su deseo de superación profesional ha rebasado los obstáculos.

“No ha sido problema porque nos hemos podido adaptar a las circunstancias, el primer semestre lo llevamos en la Casa de la Cultura, después se presentó la contingencia, tuvimos que adaptarnos, la vida de eso se trata de adaptarse, no ha sido mayor problema, el hecho de no tener un edificio no es tan importante cuando tienes la disponibilidad de tus maestros y compañeros”.

Rocío Pimienta Valle de 55 años de edad, tampoco tuvo la oportunidad de cursar la educación superior, por la modalidad gratuita y con la beca mensual que recibe ahora, espera concluir sus estudios profesionales. 

“Yo no tuve la oportunidad en su momento, la condición económica de mis padres no me permitió estudiar, entonces ahorita que tengo la oportunidad en mi pueblo, aparte es gratuita, es una carrera de futuro, algo muy propio que siempre quise hacer y hoy se me presenta la oportunidad”.

De acuerdo con el CONEVAL, el problema público que el programa UBBJG busca atender es relevante, ya que la exclusión educativa y el aumento de la cobertura en el nivel superior es actualmente una de las prioridades de la política educativa en México.

En cuanto al tema de infraestructura, es importante que las universidades cuenten con las herramientas necesarias para desarrollar uno de los elementos medulares del modelo educativo: la práctica, por lo que se tiene que garantizar el acceso a laboratorios, programas de cómputo especializados, entre otros materiales didácticos que coadyuven al alcance de este objetivo.


Antonio Díaz