Soldados listos para enfrentarse a Hezbolá en el norte de Israel
Esta fotografía tomada desde el Kibbutz Manara, en el norte de Israel, el 27 de noviembre de 2023, muestra la aldea de Hula, en el sur del Líbano. Los soldados israelíes desplegados en el norte del país siguen comprometidos, mientras que los intercambios de disparos con Hezbollah en el sur del Líbano son casi diarios. (Foto de jalaa marey / AFP)




Menara, Israel.

Tienen las botas metidas en el barro desde hace días pero los soldados israelíes desplegados en el norte del país siguen determinados a enfrentarse al enemigo, Hezbolá, contra el que se producen tiroteos casi a diario en el sur de Líbano.

"Estamos muy motivados, sabemos que lo que hacemos es muy importante", dice a la AFP el capitán Yoshiahu, de 27 años. "Estaremos aquí el tiempo que sea necesario", añade.

Este reservista, padre de un niño, dejó familia y estudios de ingeniería para enrolarse en el frente desde el 7 de octubre, cuando 1.200 personas, en su mayoría civiles, murieron en un ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino Hamás en Israel.

Desde entonces, recorre la "línea azul", una demarcación de Naciones Unidas entre Líbano e Israel que se extiende a lo largo de 80 kilómetros. Lejos de los incesantes disparos de cohetes de la guerra de Líbano de 2006, los enfrentamientos actuales se dan en forma de tiroteos esporádicos, pero frecuentes.

Lo que más se teme ahora son las incursiones de drones y de combatientes de los movimientos armados, algo que ya ha sucedido, según el ejército israelí.

Por primera vez en la historia del país, casi todos los civiles de la región fronteriza fueron evacuados. Manara, una de las localidades más cercanas a la frontera, en la región de Alta Galilea, parece un pueblo fantasma.

"El ADN" de Hezbolá 

Nadie ha recogido los aguacates que se pudren al pie de los árboles junto a las casas, ni las bicicletas de los niños que permanecen mojadas por la lluvia en los antejardines.

La primera casa tiene los vidrios rotos y resultó parcialmente dañada cuando se incendió el 17 de noviembre. Los soldados enviados para para apagar el fuego fueron objeto de al menos un disparo, según el ejército israelí.

La segunda se derrumbó tras ser alcanzada el 23 de noviembre por un misil antitanque.

El movimiento libanés Hezbolá afirma que solo ataca objetivos militares.

"Lanzar un misil antitanque contra una casa donde viven civiles, muestra exactamente el ADN de lo que es Hezbolá", denuncia Olivier Rafowicz, portavoz del ejército, que invitó a la AFP a la zona.

"Israel no puede seguir así", dice.

Una tregua entre Hamás e Israel, que entró en vigor el viernes y debería ser ampliada dos días desde el martes por la mañana, parece haber reducido la tensión en el frente norte.

  • Bajo la espesa bruma que cubre Hula, un pueblo libanés situado frente a Menara, el silencio es inquietante: no hay sirenas antiataque aéreo, ni ruido de drones, ni explosiones.

"La calma siempre puede ocultar algo", dice el coronel Rafowicz. "Eso no quiere decir que Hezbolá no esté ahí con sus hombres y las armas".

"No fallaremos dos veces" 

Varios soldados dijeron a la AFP que ellos no toman la iniciativa del enfrentamiento con Hezbolá, pero que quieren defender a su país.

"Fallamos el 7 de octubre, fuimos ingenuos y arrogantes y me da pena decirlo, yo que llevo uniforme", declaró un oficial que pidió el anonimato. "Pero no fallaremos dos veces".

En los enfrentamientos fronterizos, más de 109 personas han muerto de lado libanés, en su mayoría combatientes del movimiento chiita proiraní Hezbolá, así como tres periodistas y al menos nueve israelíes, seis de los cuales soldados, según un cálculo de la AFP.

En siete semanas de conflicto, la ofensiva del ejército israelí contra la Franja de Gaza han causado cerca de 15.000 muertos, según el gobierno de Hamás.

  • Mas de las dos terceras partes de los 2,4 millones de habitantes de Gaza fueron desplazados, según la ONU.

Al menos 70 soldados israelíes han muerto en los combates en ese territorio palestino.