Oscar Pistorius, de la gloria deportiva a la cárcel por el asesinato de su novia
A Oscar Pistorius le bastaron 45 segundos y 44 centésimas para pasar a la historia al correr los 400 metros en los Juegos de Londres-2012, algo inédito para un doble amputado, pero todo acabó un año después cuando mató a su novia. Foto: ADRIAN DENNIS / AFP




Johannesburgo, Sudáfrica.

A Oscar Pistorius le bastaron 45 segundos y 44 centésimas para pasar a la historia al correr los 400 metros en los Juegos de Londres-2012, algo inédito para un doble amputado. Su vida dio un vuelco al año siguiente, cuando mató a tiros a su novia Reeva Steenkamp.

El atleta sudafricano de 37 años, condenado por asesinato, salió de prisión este viernes con libertad condicional tras cumplir más de la mitad de su condena y casi once años después del caso que acaparó la atención del mundo entero.

Como parte de su condena, Pistorius debe someterse a una terapia para el control de la ira y tratar sus "problemas de violencia de género".

La noche del 13 de febrero de 2013, su imagen de héroe se hizo añicos al conocerse que había matado en su casa de Pretoria a su novia, la modelo Reeva Steenkamp, de 29 años.

El atleta le descerrajó cuatro tiros a través de la puerta del baño, donde la joven se encontraba en el momento de los hechos, a las tres de la madrugada, asegurando que la confundió con un ladrón.

Rico y admirado, hasta ese momento las marcas se amontonaban por firmar contratos con este símbolo de la superación, conocido en todo el mundo como 'Blade Runner', por las prótesis de carbono que llevaba en ambas piernas.

Su participación en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, contra atletas no discapacitados, fue la cima de su carrera deportiva y ese mismo año fue proclamado por la revista estadounidense Time como una de las cien personalidades más influyentes del planeta.

Pero al día siguiente del crimen, la maquinaria mediática se centró en este caso sin comparación.

En un proceso en primera instancia transmitido en directo por las televisiones, se escrutan las debilidades del ídolo caído. Pistorius se muestra colérico, a veces al borde de la paranoia.

Roto y arruinado 

Según la otra imagen proyectada por los medios, Pistorius, al parecer, es un hombre agresivo, apasionado de la velocidad, mujeriego y, sobre todo, muy aficionado a las armas de fuego.

La justicia investigó varios incidentes, como cuando disparó por error al manipular un arma en un restaurante o cuando en otra ocasión disparó a un coche en arranque de ira.

El proceso se extendió de marzo a octubre de 2014. Muy emotivo, el exatleta rompió a llorar y vomitó en varias ocasiones. Se mostró obcecado y repitió que nunca tuvo intención de matar a Reeva Steenkamp.

Destrozado, pidió perdón a los padres de la víctima.

Condenado en primera instancia a cinco años de prisión, en el juicio en apelación celebrado en junio de 2016, un psicólogo de la defensa lo describió como "un hombre roto", que sufre un síndrome severo de depresión.

"Se puede decir sin dudar que su caída ha sido terrible", añadió el experto.

Abandonado por sus patrocinadores, sin ingresos, Pistorius se encontró en la ruina y tuvo que vender su casa para poder pagar a sus abogados. Y la sentencia en apelación aumentó su condena a 13 años y 5 meses de prisión.

Solo le quedó el apoyo de su familia.

Pistorius nació sin peronés el 22 de noviembre de 1986 en Johannesburgo y fue sometido a una operación para amputarlo por debajo de las rodillas a los 11 meses.

Aprendió a caminar con prótesis y desde su infancia quiso medirse con deportistas no discapacitados, probando el waterpolo, el críquet y el boxeo.

Pero la muerte de su madre cuando tenía 15 años supuso un nuevo trauma. Al año siguiente, tras una grave lesión de rodilla practicando el rugby, descubrió el atletismo. Antes de cumplir los 18 años, ganó sus primeras medallas mundiales en la categoría de amputados de las dos piernas.

  • Poco a poco, sus resultados y su ambición le llevaron a pedir su admisión en las competiciones para deportistas no discapacitados, pero esto implicó un largo combate, dentro y fuera de la pista.

Fue en Londres-2012, donde alcanzó las semifinales en los 400 metros lisos y la final en el relevo 4x400, la cima de una carrera... que se detuvo de golpe.