Guadalajara, Jalisco.

Sin cambios en las condiciones laborales de las mujeres de Jalisco se enfrentan en pleno siglo XXI a una doble jornada, discriminación, desigualdad salarial, segregación ocupacional y hostigamiento sexual.

El camino, señaló la investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Raquel Partida es sinuoso pese al aumento en la producción económica femenina el principio de igualdad no ha permeado en materia laboral, esta situación atribuye a cuestiones culturales, estereotipos y biológico.

Una de las caras de la moneda es la discriminación, que teniendo la misma capacidad, nivel de estudios, formación y experiencia que los varones, reciben un trato inferior en la contratación, el acceso a una ocupación, los ascensos y el salario.

Las formas más frecuentes de discriminación son: diferencia salarial, segregación ocupacional, adquisición de capital humano y de empleo.

Para Partida Rocha la participación de la mujer en el sector productivo, industrial, comercial y educativo es mayor, sin embargo las barreras limitan el desarrollo profesional y toma de decisiones.

Para alcanzar el desarrollo de las mujeres, la especialista resaltó la importancia de visibilizar la problemática y generar políticas públicas para abatir la diferencia laboral.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía de Jalisco (INEGI), en la entidad por cada cuatro mujeres que trabajan hay siete hombres, la mayoría de ellas laboran en el comercio, servicios y restaurantes, le sigue el industrial  y apenas el tres por ciento en agricultura, ganadería y pesca.

Además, afirmó la investigadora de la UdeG con base al reciente estudio realizado en las zonas metropolitanas de Jalisco: Guadalajara, Puerto Vallarta, Ciudad Guzmán, Tepatitlán, Ocotlán  y Lagos de Moreno las mujeres tienen menos condiciones de desarrollo económico.

Datos del INEGI muestran que en el 2016, las mujeres ocupadas en la entidad fueron más de un millón 400 mil, de las cuales siete de cada 10 son subordinadas y remuneradas carecen de acceso a servicios de salud como prestación laboral, no tienen un contrato escrito ni cuenta con prestaciones laborales.

Ante esta situación en el marco del Día Internacional de la Mujer, llaman al sector femenino a parar laborales y visibilizar la problemática que enfrentan en pleno siglo XXI.