¿Cómo lidia Portugal con la pérdida de mercancía de buques en el mar?
Los pellets que han llegado a la costa española tras la caída de contenedores de un buque en aguas lusas es un suceso inusual, pero no lo es que los barcos pierdan mercancía en el mar, lo que acciona un protocolo con el que las autoridades de Portugal están familiarizadas. Foto: EFE/Justin Lane




Lisboa.

Los pellets que han llegado a la costa española tras la caída de contenedores de un buque en aguas lusas es un suceso inusual, pero no lo es que los barcos pierdan mercancía en el mar, lo que acciona un protocolo con el que las autoridades de Portugal están familiarizadas.

El portavoz de la Autoridad Marítima portuguesa, el comandante José Sousa Luís, explicó este miércoles en declaraciones a EFE que, aunque no ocurre "todos los días", este fenómeno sí se da con "alguna frecuencia".

Cuando ocurre, continuó el comandante, se debe dar un aviso a los barcos que estén en la zona, ya que la existencia de contenedores en el agua es "un peligro para la navegación".

"Un contenedor dentro del agua es como si fuera un hielo. El 90% del contenedor está debajo del agua y el 10% está por encima de la línea de agua. Es muy difícil verlo", aclaró.

Los contenedores son retirados o hundidos de forma controlada

Una vez notificado y localizado por las autoridades, el contenedor que haya caído al mar será retirado o hundido de forma controlada, dependiendo de la dificultad de la operación.

Una tercera opción es que se haya hundido por sí solo antes de que lleguen las autoridades, lo que es posible que ocurriera en el caso del 8 de diciembre, cuando el buque Toconao avisó de que había perdido seis contenedores a 40 millas náuticas de la costa portuguesa, a la altura de Viana do Castelo (norte del país).

En un primer momento, el capitán del puerto de Viana do Castelo envió una embarcación salvavidas para ver si veían los contenedores, sin éxito.

Como marcaba el protocolo, la Dirección General de Recursos Naturales, Seguridad y Servicios Marítimos de Portugal (DGRM) alertó ese mismo 8 de diciembre a la flota cercana y también a la Dirección General de Marina Mercante (DGMM) española a través de un mecanismo automático que existe a nivel europeo por ser aguas vecinas.

Días después, empezaron a aparecer pellets -pequeñas bolas de plástico blancas- en las playas gallegas, que ya se han extendido incluso hasta la región vecina de Asturias.

26,3 toneladas de pellets de plástico vertidas al agua

El navío, con bandera de Liberia, vertió al mar 26,3 toneladas de pellets de plástico, además de otros contenedores que llevaban pasta de tomate, neumáticos, barras de aluminio y rollos de papel film.

Los pellets -pequeñas bolas de plástico blancas- empezaron a llegar días después a las costas de la región española de Galicia, donde se detectaron por primera vez en la playa de Ribeira el 13 de diciembre.

El vertido se ha ido extendiendo a otras zonas de la región y ha llegado a playas de la vecina Asturias, e incluso Francia.

La Autoridad Marítima portuguesa no ha detectado rastros de las bolas de plástico en aguas lusas, aunque siguen monitorizando la situación.

En caso de que llegaran al territorio portugués, la gestión de los residuos contaminantes estaría centralizada en el Gobierno, con el Ministerio de Medio Ambiente a cargo de las playas, y el de Economía y Mar, encargado de la polución en el agua.

Desde este segundo ministerio, una fuente oficial explicó a EFE que en Portugal, al igual que en otros países, se siguen las recomendaciones de la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés) cuando un contenedor cae al mar, avisando a los navíos.

"Es por eso que fue hecho (el aviso), tanto por Portugal como por España", dijo la fuente del Ministerio de Economía y Mar.

En caso de ser detectada contaminación en las aguas, Portugal activa el llamado Plan Mar Limpio, coordinado por la Dirección General de Autoridad Marítima (DGAM), y se crea una comisión interministerial, constituida por los ministros de Defensa Nacional, Administración Interna, Medio Ambiente y de Economía y Mar para supervisar las operaciones.

Cuando se produjo la caída de los contenedores del Toconao, como Portugal no llegó a detectar el vertido, no se activó esa hoja de ruta.

  • La fuente apuntó que es "muy difícil" recuperar los contenedores si se han perdido y están hundidos en mar abierto, a más de 2.000 metros de profundidad, ya que "es técnicamente inviable".

Por Carlota Ciudad.