"Nos hemos asegurado desde el principio de que estas muñecas no tenían nada que ver con juguetes de carácter sexual", añadió el club.

Pero varias de ellas, colocadas en las gradas del estadio para el partido de la liga surcoreana a puerta cerrada, el domingo contra Gwangju (que terminó en victoria por 1-0), llevaban camisetas con el logo de un fabricante de artículos sexuales.

Y otras llevaban carteles que mostraban la publicidad de la empresa y de sus productos.

Las muñecas llevaban una mascarilla de protección y estaban alineadas según las reglas de distanciamiento que buscan limitar la propagación del COVID-19.

Según el club, el suministrador de muñecas las había puesto antes a disposición de la compañía distribuidora de juguetes sexuales, los que explicaría esa publicidad.

Contactadas por la AFP, las dos compañías no estaban inmediatamente disponibles para confirmar o negar estas palabras.

La K-League, campeonato surcoreano de primera división, se reanudó el 8 de mayo, tras más de dos meses de parón debido a la pandemia.

Para ocupar las tribunas y que no dieran la impresión de estar vacías, al jugarse los partidos a puerta cerrada, la mayoría de los clubes utilizaron carteles, pancartas o efigies en cartón de aficionados.