Washington, Estados Unidos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, endosó públicamente este miércoles un proyecto de ley redactado por dos senadores conservadores que restringe el acceso de inmigrantes que no hablen inglés o tengan baja preparación laboral.
De acuerdo con los autores del proyecto de ley, el nuevo criterio -que adopta el sistema de puntaje para obtener un permiso de trabajo en Estados Unidos- permitirá reducir de aproximadamente un millón a 50 mil los inmigrantes autorizados a ingresar al país anualmente.
Durante una ceremonia en la Casa Blanca, Trump aseguró que el proyecto de ley, obra de los senadores Tom Cotton y David Perdue, representa "la más significativa reforma en nuestro sistema migratorio en medio siglo".
Para el mandatario, el sistema de méritos propuesto en el proyecto de ley favorecerá a las personas que hablen inglés, puedan mantenerse financieramente y demuestren habilidades que contribuyan a la economía estadounidense.
Por ello, aseguró, el nuevo sistema "reducirá la pobreza, elevará salarios y ahorrará miles de millones de dólares de los contribuyentes".
En tanto, en una nota oficial la Casa Blanca afirmó "en promedio un millón de inmigrantes son aceptados para residir legalmente cada año, y la mayoría de ellos son trabajadores con baja o ninguna capacitación".
El proyecto de ley también elimina el famoso sorteo de visas de trabajo a Estados Unidos, y limita la extensión de los beneficios a los cónyuges e hijos menores de los inmigrantes autorizados, excluyendo a hijos adultos y otros miembros de la familia.
La cuestión migratoria fue uno de pilares fundamentales de la campaña de Trump, que propuso construir un muro en la frontera con México y expulsar del país a los millones de extranjeros en situación irregular.
La idea del muro hasta ahora no encontró muchos amigos en el Congreso a raíz del monumental costo proyectado para su construcción, y la expulsión en masa de inmigrantes casi no ha vuelto a ser mencionada desde que Trump se instaló en la Casa Blanca.
El antecesor de Trump, Barack Obama, impulsó una ambiciosa reforma del sistema migratorio, que contemplaba mecanismos y plazos para la regularización de extranjeros no autorizados en el país, un contingente estimado en alrededor de 12 millones de personas.
Un proyecto de ley llegó incluso a ser aprobado en la Cámara de Diputados, pero no logró superar la oposición del partido Republicano en el Senado y terminó olvidado en algún cajón.