Washington, Estados Unidos.
Los ataques con armas de fuego en centros educativos a lo largo de Estados Unidos en 2018 alcanzaron un récord nunca antes visto en 20 años tanto en el número de incidentes como en el grado de perjuicios, de acuerdo a un reporte emitido este jueves por el Washington Post.
El reporte dice que más de cuatro millones de niños, en el último año escolar, experimentaron cierres escolares causados por varias amenazas, al menos 61 por ciento de ellas estuvieron relacionadas con armas de fuego. Añade que muchos de los estudiantes tuvieron traumas a partir de los hechos.
El Post lanzó una base de datos en abril siguiendo incidentes violentos con armas en centros educativos desde 1999. Encontró que en 2018 se han registrado 25 casos de tiroteos en escuelas a nivel nacional, un total de 25.332 estudiantes estuvieron expuestos a este tipo de masacres, 94 alumnos recibieron disparos, entre ellos 33 muertos y 61 heridos.
Los datos de 2018 rompen récord en todas las categorías antes expuestas en casi dos décadas. Como resultado, los centros educativos de EEUU fueron testigo de la mayor desolación debido a la violencia con armas de fuego.
Los niños afectados por cierres durante el pasado año escolar se encuentran en todos los grupos de edad, dice el reporte. Más de un millón de niños de la escuela elemental fueron testigos de un incidente, entre ellos, al menos 220.000 asistían al jardín infantil o eran más pequeños, lo que significa que la mayoría tenían menos de siete años.
Expertos en traumas de la infancia dicen que "un porcentaje significativo" de niños afectados tendrán consecuencias a largo plazo, incluyendo bajo rendimiento académico y progreso social, depresión, ansiedad, deficiencias de sueño, sintomatología postrauma y abuso de sustancias, abunda el informe.
Sin importar cuan pequeña sea una amenaza inminente, puede ser un gran reto para los administradores de las escuelas ya que deben responder a esta situación en cuestión de segundos, agrega el Post.