Guadalajara, Jalisco.

Cargados de tijeras para pasto, escoba, cubeta con agra, comida y flores, principalmente Cempasúchil llegaron miles de personas a los panteones del Área Metropolitana de Guadalajara para recordar a sus muertos.

El amarillo del cempasúchil tapizó las tumbas para iluminar el camino de los difuntos, como lo marca la tradición prehispánica. Las familias se congregaron en los cementerios para limpiar las lápidas, quitarles la maleza y montar un altar en honor a quienes dejaron el plano terrenal. Como cada año, el Día de Muertos fue una convivencia de los vivos y los recuerdos amenizada con grupos norteños.

Ramiro Hernández arregló la tumba de sus padres y un hermano con pétalos de cempasúchil y otras flores como parte del ritual.

El parque funeral Altagracia es uno de los 16 cementerios de Zapopan. Para esta festividad, todos fueron certificados por la Secretaría de Salud como Entornos Favorables de Salud, libres de dengue.

En los seis panteones del municipio de Guadalajara se registró una afluencia de 155 mil personas y la única incidencia reportada por las autoridades municipales fue el apoyo prestado para resguardar a 6 mil personas durante la tormenta del sábado.