Las manifestantes que desafiaron la recomendación de quedarse en casa se congregaron en la céntrica plaza Italia de Santiago, epicentro de las protestas sociales que estallaron en el país el pasado 18 de octubre.
Hasta allí arribaron un centenar de personas que hicieron sonar ollas y sartenes, al acoger una convocataria que circuló en redes sociales, constató un periodista de la AFP.
La poca afluencia de manifestantes dista de la jornada del pasado viernes, cuando miles de personas protestaron en Santiago, antes de que se decretaran medidas más drásticas para enfrentar la expansión del coronavirus, como el cierre de fronteras y la prohibición de reuniones de más de 50 personas.
El gobierno del presidente centroderechista Sebastián Piñera adoptó las medidas -que incluyen también la suspensión de clases- cuando en el país se registran 156 personas contagiadas, dos de ellos graves.
Varias empresas dispusieron también que sus trabajadores realicen sus labores a distancia, pero en el centro de Santiago, funcionarios de bancos y el comercio trabajaron de forma presencial este lunes.
Esto provocó un atasco de personas en las estaciones del metro y los paraderos de los autobuses del transporte público de Santiago, donde la mayoría no llevaba mascarillas.
Las manifestaciones sociales estallaron primero por el alza en la tarifa del metro y luego se extendieron a un generalizado reclamo por reformas sociales.
Los reclamos iban contra la desigualdad social, del sistema previsional, el sistema de salud y educación, para luego agregarse el pedido de una nueva Constitución.
El próximo 26 de abril está programado un plebiscito para definir si se cambia o no la Constitución que se mantiene como herencia de la dictadura del difunto Augusto Pinochet (1973-1990).