Guadalajara, Jalisco.

Sin reglas de operación y sin indicadores de evaluación, será imposible determinar el éxito el programa "Jóvenes Construyendo el Futuro" en la posible reducción de conductas delictivas cometidas por los mal llamados "Ninis", jóvenes que ni estudian ni trabajan, estiman investigadores de la UdeG.

En este programa participan empresas que otorgan empleos temporales a estos chicos quienes reciben una beca de 3 mil 600 pesos mensuales durante un año y reciben Seguro Social.

"Primero porque las reglas de operación tal cual del programa no son muy claras. No se sabe realmente cómo se asigna, no se sabe a qué porcentaje o número de personas está llegando. Se habla de muchísimas cantidades y por otro lado se encuentran casos donde los ninis que obtienen la beca no se presentan, o sólo van un día y no les gusta y se regresan. Y pues lo mismo me trae no haya reglas de operación claras".

"Hasta que no haya pasado un tiempo considerable, al menos un año de que fuera el programa, no se podrá ver si realmente disminuyen las conductas antisociales de ese rango de la población, o si ese impacto tiene futuro cuando se termine la beca como tal" comentó Carlos Figueroa Ortiz, catedrático de la Maestría en Economía.

Aurea Grijalva, doctora en criminología y delincuencia juvenil por la universidad de Castilla indicó que no existe evidencia científica de que no tener trabajo y no estudiar este ligado directamente con convertirse en delincuente.

"Sabemos que hay factores sociales y factores económicos que tendrían que ver con delitos económicos. Por otro lado tendremos delitos de tipo violento, en los que quizás están más relacionadas las características individuales como la falta de control de impulsos. Eso será una cuestión hasta biológica. Y si sabemos que hay un cúmulo de esos factores familiares, sociales, contextuales, mientras más factores haya, mayor probabilidad hay de que los jóvenes incurren en este tipo de conductas".

Explicaron que existe una curva de edad en la que hay más probabilidad de estar en conductas antisociales, por ello es necesario que existan políticas prevención no sólo por parte de las instituciones de justicia, sino también en la familia y escuela.