Lima, Perú.
Los restos de Javier Pérez de Cuéllar, exsecretario general de la ONU fallecido el miércoles a los 100 años de edad, fueron sepultados este sábado en Lima con honores de jefe de Estado.
Familiares, autoridades de gobierno, funcionarios de la ONU y una delegación de Cascos Azules asistieron a las exequias de Pérez de Cuéllar en el Cementerio Presbítero Maestro de la capital peruana, después de una misa en la iglesia de San Pedro.
Perú decretó el viernes dos días de duelo nacional por el deceso de Pérez de Cuéllar, quien fue secretario general de la ONU de 1982 a 1991.
En el cementerio le rindieron honores el Batallón Perú, que estuvo en el Sinaí, y una delegación de Cascos Azules, las tropas internacionales desplegadas por la ONU en diversas misiones de paz.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, envió un mensaje transmitido a sus familiares, amigos y colegas por el coordinador residente de la ONU en Perú, Igor Garafulic.
"Fue un gran diplomático, promotor de los derechos humanos y defensor de la dignidad de las personas", expresó Garafulic.
El féretro con los restos restos de Pérez de Cuéllar fue llevado el viernes al Palacio de Torre Tagle, sede de la cancillería peruana, donde recibió honores del presidente Martín Vizcarra, de varios ministros y de otros funcionarios y diplomáticos extranjeros.
Guterres destacó su "rol crucial en una cantidad de éxitos diplomáticos, incluyendo la independencia de Namibia, el fin de la guerra Irán-Irak, la liberación de los rehenes estadounidenses en Líbano, el acuerdo de paz en Colombia y, en sus últimos días de gestión, un histórico acuerdo de paz en El Salvador".
Una vez retirado de la ONU, políticos peruanos instaron a Pérez de Cuéllar a ser candidato presidencial en 1995, a lo que accedió, para enfrentar al presidente Alberto Fujimori, quien tres años antes había dado un "autogolpe". Sin embargo, el gobernante de ascendencia japonesa consiguió la reelección con el 64% de los votos.
Fotografía: AFP
Después de los comicios se fue a vivir a París, pero regresó a Lima tras la caída de Fujimori en noviembre de 2000 y colaboró con el presidente Valentín Paniagua en su gobierno de transición.
Desde el 22 de noviembre de 2000 al 28 de julio de 2001 fue simultáneamente presidente del Consejo de Ministros y canciller.
También fue embajador de Perú en la desaparecida Unión Soviética, Francia, Polonia y Suiza y representante peruano ante la Unesco.
Nacido en Lima en 1920, abogado y diplomático de carrera, fue el quinto secretario general de Naciones Unidas, entre enero de 1982 y diciembre de 1991. La ONU lo saludó cuando cumplió 100 años, el pasado 19 de enero.