Ciudad de México, México.

Este 10 de mayo, mil 500 madres pasaron por el Paseo de la Reforma y llegaron al Ángel de la Independencia, donde repudiaron la guerra contra el narcotráfico iniciada en el sexenio de Felipe Calderon Hinojosa y continuada por Enrique Peña Nieto.

El representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, Jan Jarab, y el obispo de Saltillo, Raúl Vera, reprocharon a Peña Nieto la incapacidad del Gobierno federal para realizar búsquedas efectivas de los más de 35 mil desaparecidos registrados en el país.

Por Jalisco, participaron 30 madres y parientes de desaparecidos que confirman la organización Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (FUNDEJ), acompañadas de estudiantes de la UdeG, el Iteso, la Univa, el CAAV y el Tec. de Monterrey.

Guadalupe Aguilar, integrante del FUNDEJ, criticó el incremento imparable de desapariciones en Jalisco, que según el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), llega a 4 mil 990 personas desaparecidos.

"Qué insensatez del Gobierno que nos quiere callar. Conforme más pasa el tiempo, más nos acertamos a la verdad", dijo Aguilar.

El presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), Jesús Medina Varela, reiteró que los universitarios no dejarán solas a las madres y familiares de desaparecidos en su exigencia de justicia.

"No están solas ustedes y no estamos solos nosotros, por que cada que ustedes buscan a sus hijos nos dan una pizca de esperanza de que no nos desaparezcan a nosotros".

A nombre de las madres del FUNDEJ, Martha García, madre de Cesar Ulises Quintero, desaparecido el 4 de agosto del 2017, en Ocotlán, dijo que está VII Marcha por la Dignidad Nacional les da impulso para seguir buscando a sus hijos.

"El hecho de que se junten tantos colectivos y tantos ciudadanos nos da la esperanza de que se concientice a las personas para arrasar con esta impunidad. Sentimos cobijo mutuo. Somos madres y hermanas del mismo dolor", concluyó.

A los candidatos a la gubernatuta de Jalisco les pidieron que se pongan en sus zapatos para dimensionar su sufrimiento; que el próximo fiscal sea alguien capaz y comprometido y que inviertan más recursos en ministerios públicos y policías investigadores para encontrar a sus familiares.