Salud.
Es la segunda causa de defunciones en el grupo de 15 a 29 años de edad según la OMS
Las personas que intentan suicidarse, con frecuencia están tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar. Un fenómeno que no es ajeno a jóvenes e incluso a niños. Sin embargo, en este grupo etario son otras las causas que lo originan, detalló Ana Cecilia Lara Zaragoza, psiquiatra del Centro Integral de Salud Mental en Colotlán.
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“Esto de los intentos y de las amenazas se ha incrementado muchísimo y más en niños, pero algún factor que está muy asociado y que lo hemos visto de manera recurrente, es lo que ven en televisión y porque las mamás también lo hacen, entonces tenemos mujeres que han tenido varios intentos suicidas, que los niños vieron y entonces el niño luego amenaza que se va a matar ¿por qué?, pues porque la mamá lo amenaza constantemente, entonces son conductas aprendidas a veces estimuladas por los video juegos o la televisión”.
El suicidio se puede consumar a cualquier edad, en 2015, por ejemplo, de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) este fenómeno representó la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo.
Los intentos suicidas y el suicidio consumado, han incrementado en la región. Aunque no proporcionaron cifras al respecto, Lara Zaragoza reconoció que se trata de un fenómeno que se presenta en edades más pequeñas.
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“Los suicidios consumados en la región en edades más pequeñas a como se tenían antes sí, pero no en adolescentes, pero sí es un fenómeno que se está acortando en edad y también tiene que ver con la cuestión de la crianza. La desesperanza es una consecuencia al mal manejo del estrés, al mal manejo de consecuencias, a la falta de límites, pero sobre todo al manejo del estrés, entonces sí todo me frustra y siento que no puedo con esto me va a generar desesperanza. Entonces es muy importante que desde que están niños se les den habilidades para la vida, que es la comunicación asertiva, el manejo de emociones, el manejo del estrés, la resolución de conflictos”.
Contrario a lo ocurrido entre los adultos, en los niños los intentos de suicidio están asociados a conductas aprendidas y a la influencia de la televisión. La mayoría de los suicidios pueden prevenirse, por lo que es importante estar alerta a algunas señales que podrían indicar peligro, puntualizó la psiquiatra.
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“Los niños menores de 8 años ni siquiera pueden conocer la trascendencia de la muerte, antes de los 8 años saben que si se mueren ya no regresan, pero no conocen más allá. Después de los 8 años que ya se estructura bien la conciencia de la muerte, entonces ya se puede pensar que pudieran contemplar la muerte como una salida y en estos niños es más notable que se aíslen o se tornen irritables. Muchos niños cuando se deprimen, en vez de llorar de todos se enojan, de todo gritan, azotan puertas y también las alteraciones en el apetito, o casi no comen o de repente que no eran así y de repente comienza a comer demasiado; entonces son pequeñas cosas en las cuales podemos estar al pendiente e insisto, el dialogo siempre es el primer punto”.
El suicidio es un problema complejo, las actividades de prevención exigen la coordinación y colaboración de múltiples sectores de la sociedad. El Cisame o cualquier otra institución, no están en condiciones de evitar por sí solas este fenómeno, aclara la especialista.
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“Sí es algo bastante grave y te digo todo intento o suicidio consumado debe llevar un abordaje familiar que es también ahí donde vamos a veces porque la institución no tiene suficiente personal como para abordar todo eso, pero sí se piensa siempre involucrar a la comunidad. Hay una red de prevención de suicidio, regional, de donde están trabajando precisamente esto para involucrar a la sociedad, porque no es problema que deba resolver una institución, es un problema que se debe de trabajar desde casa. Aquí nos llegan complicados y tienen que ver con las cuestiones de prevención, tiene que ver con la educación en el manejo de emociones y todo esto, desde casa y se pueden capacitar a las amas de casa en los grupos que forman las promotoras”.
El dialogo cercano con el menor o el adolescente también representa un mecanismo de prevención. El suicidio es un problema de salud pública que requiere de la intervención de la comunidad en general.