Ciudad de México, México.
El gobierno modificó su oferta de recompra de bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), cuya construcción fue cancelada, luego de que la mayoría de los tenedores de los títulos rechazaron un primer ofrecimiento.
Un grupo de inversionistas que asegura tener más de 50% de los bonos rechazó el lunes vender los títulos mediante un mecanismo denominado "subasta holandesa" propuesto por la secretaría de Hacienda (Finanzas) y que contemplaba un máximo de mil dólares por cada mil de monto principal.
Este martes se ofreció un precio par de mil dólares por cada mil dólares emitidos y a eso le agregó el pago de intereses devengados.
Los inversionistas que rechazaron la primera oferta están aglutinados en el Grupo AD Hoc de Tenedores de Bonos MexCAT, que dice ser titular de más del 50% del agregado de todos los bonos que equivalen a unos 6 mil millones de dólares.
Hacienda invita a los tenedores a reaccionar de "manera oportuna aceptando esta propuesta" y pone como plazo para conocer la respuesta el 19 de diciembre próximo a las 17:00 de Nueva York.
El aeropuerto de Texoco, avanzado en 30% y aún en construcción pues el gobierno requiere el consentimiento de los inversionistas para no ser blanco de acciones legales, fue rechazado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien leva 11 días en el cargo
El aeropuerto Benito Juárez, en la capital mexicana, está al límite de sus operaciones y por ello se inició el proyecto de Texcoco, que funcionaría como aeropuerto único para la ciudad.
López Obrador busca construir un nuevo aeropuerto en la capital sobre una base aérea que operaría junto con el Benito Juárez e incrementar el tránsito de pasajeros en el de Toluca, en el vecino Estado de México.
Pero en su nueva oferta, para garantizar el pago a los inversionistas usando el impuesto aeroportuario denominado TUA, Hacienda añade un nuevo evento de incumplimiento si este impuesto se ve afectado por la operación de un nuevo aeropuerto en 70 km a la redonda del Benito Juárez o si Toluca incrementa su tránsito en más de cinco millones de pasajeros anuales.
Analistas financieros han criticado la decisión de cancelar el aeropuerto y advierten que esto podría afectar seriamente la recepción de inversiones extranjeras en México.
Tras el anuncio de esa cancelación, la Bolsa mexicana cayó 4,2% y el peso mexicano retrocedió 3%.